Tarta rústica de berenjenas

Cómo hacer Tarta rústica de berenjenas

Para la masa, tamice la harina junto con la sal y colóquela junto con la junto con la mantequilla bien fría, cortada en cubitos y el queso crema, en la procesadora. Procese hasta formar un bollo. Envuelva en papel film y deje reposar en la heladera 30 minutos como mínimo.

Si desea preparar la masa a mano, integre en primer lugar la harina con sal con la mantequilla fría, ayudándose con dos cuchillos, hasta obtener una mezcla arenosa. Haga un hueco en el centro de la mezcla y añada el queso blanco. Junte todo en un bollo, envuelva y lleve reposar en la heladera.

Prepare los vegetales de la cubierta: hidrate los tomates en agua caliente durante 1 hora. Escúrralos y reserve.

Corte 2 berenjenas en rodajas de 1/2 cm. Prepare una emulsión con aceite de oliva, miel, sal, pimienta y zumo de limon.

Pase las berenjenas por la preparación y dórelas de ambos lados en una sartén o colóquelas en una placa y cocínelas en el horno a 180°C por 15-20 minutos. Reserve.

Para el relleno, corte otras 4 berenjenas al medio, dispóngalas sobre una placa para horno con aceite de oliva y áselas a 180°C durante 20 minutos. Retire, pélelas y pique la pulpa. Reserve.

Corte la cebolla en pluma (tiras finas) y dórela en aceite de oliva. Cuando esté tierna, agregue el ajo picado.

Integre con la pulpa de berenjena, salpimiente e incorpore albahaca y queso rallado. Deje enfriar. Si desea un relleno bien fino, procese hasta lograr un puré homogéneo.

Armado:

Estire la masa y cubra el fondo de una tartera, sin cortar el excedente o, para preparar mini tartas, divide la masa en 4 bollos. Estire en forma de círculos sobre papel mantequilla.

Distribuya el relleno dejando 2 cm libres del borde. Reparta los tomates secos y cubra la superficie con las rodajas de berenjenas horneadas.

Lleve los bordes de la masa hacia el centro (ayudándose con el papel si se trata de tartas individuales) y haciendo pequeños pliegues. Pinte con huevo batido y hornee a 180°C durante 20 minutos o hasta que la masa esté dorada.

Estas mini-tartas son ideales para cuando no tenemos un molde adecuado. La tarea es sencilla: se estira la masa sobre un papal mantequilla, se elige el relleno y se llevan los bordes hacia arriba. Con este técnica podrá darles el tamaño que necesite. También, sirve para tartas con rellenos dulces.