Las mujeres pasamos por distintas etapas en la vida y el convertirnos en madres muchas veces nos trae una serie de problemas de salud, ya que podemos quedar descalcificadas y débiles. Pero quienes aún no pasan por esta etapa también pueden estar en riesgo ya que la vida actual, llena de estrés, malos hábitos alimenticios y el consumo de tabaco y alcohol, también van acabando con todas las necesidades nutritivas esenciales que necesitan.
Por ello es muy importante que las féminas conozcan al detalle las vitaminas, minerales y oligoelementos que no deben faltar en su dieta para estar siempre saludables.
La principal vitamina es la D, que combate la osteoporosis y protege al organismo contra el cáncer de mama y el fibroma en el útero. A la vez, ayuda a metabolizar el calcio y el fósforo, aumentando incluso su absorción.
Esta vitamina podemos encontrarla en los pescados grasos como la calla, sardinas, en el arenque, en el hígado y en los aceites de pescado y también está en la yema de huevo.
Para saber si se tiene deficiencia de esta vitamina, el médico debe realizar una prueba de sangre para saber la dosis recomendada ya que en niños y en adultos es distinta.
Otra vitamina que no debe faltar es la B9, comúnmente conocida como ácido fólico, que tiene un rol muy importante en la formación de los glóbulos rojos y blancos, también en la renovación de la piel y en las paredes del intestino. Además, tiene mucho que ver en la síntesis de sustancias químicas que modulan el funcionamiento del cerebro.
Y como sabemos, el ácido fólico es esencial durante el embarazo para un buen desarrollo del sistema nervioso del embrión.
Esta vitamina puede encontrarse en las verduras de hojas verdes oscuras como las espinacas, los brócolis y la col, en la legumbres y en la levadura de cerveza.
Es común encontrar muchos comprimidos que se combinan con otras vitaminas del complejo B como la vitamina B6 y la B12.
Finalmente, el calcio es otro mineral muy importante y que no debe faltar en la mujer. Es abundante en el organismo, se encuentra en los huesos y dientes contribuyendo a su solidez, pero también, contribuye con el sistema muscular, con la coagulación de la sangre y en la secreción hormonal.
Se ha comprobado que quienes están predispuestos a padecer de cáncer de colon, pueden reducir el riesgo de tenerlo con una alimentación rica en calcio.
Este mineral está presente en los quesos, en la leche de vaca, en el yogur, en algunas verduras verdes, en las legumbres y en los frutos secos.
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