Tomate: fruto del sol, aliado del bienestar

Lo que nace en el verano ha sido programado por la naturaleza para que no acumulemos peso innecesario, ya que la temporada de calor no requiere este tipo de protección. Pero en el caso del tomate se puede decir todavía más: ayuda a las células del páncreas a producir menos insulina y disminuye la lipogénesis, uno de los mecanismos mediante los cuales acumulamos grasa. Esto se debe al licopeno, el carotenoide que, en los tomates, tiene la concentración más alta que se puede encontrar en la naturaleza.

La particularidad del es que se vuelve aún más biodisponible, es decir, mejor utilizado por el organismo, después de la cocción: el calor rompe las paredes celulares del tomate liberando el licopeno, que luego, gracias a la cocción, es cinco veces mayor a lo que que podemos absorber de los tomates crudos. Lo importante es consumir tomates crecidos bajo el sol y no cultivados en invernadero. Los rayos más potentes del sol de verano no queman las frutas y verduras, por el contrario, si estos vegetales se riegan adecuadamente, resultan turgentes, tensos, perfectos, ya sea una hoja de lechuga o un tomate. Y el efecto es un grupo de sustancias que podemos aprovechar con un triple efecto beneficioso.

Veamos las propiedades del tomate:

Combate la retencipon de líquidos

El tomate aporta sólo 17 calorías cada 100 gr., siendo uno de los alimentos disponibles más "light". Sin embargo, siempre en 100 gramos, posee 297 mg de potasio. El efecto es el de ayudar a eliminar el exceso de líquidos de los tejidos y combatir la retención y la celulitis.

Repone sales

Gracias a su 94% de agua y el alto contenido de minerales, un tomate funciona como un verdadero suplemento salino, que combate el calor, hidrata y reduce el estrés producido por las altas temperaturas.

Retarda el envejecimiento

Hay una verdadera concentración de antioxidantes en los tomates, útiles para combatir los radicales libres. El resultado es una acción antienvejecimiento de largo alcance, que se refleja inmediatamente, no sólo en la piel, sino también en el metabolismo, ayudando a mantenerse joven y vital.

Úselo así

Durante diez días, coma al menos 700 gramos de tomates, repartiéndolos durante el día, de acuerdo con estas instrucciones:

- Por la mañana tiene efecto laxante. Si quiere luchar contra el estreñimiento, beba jugo de tomate en el desayuno.

- Cómo aperitivo: nada de hambre y buena digestión. Antes de las comidas, el jugo de tomate, en lugar de aumentar el apetito, calma el hambre y predispone a una correcta digestión.

- En el almuerzo con arroz y pasta: aporta energía para largo. La ligereza del tomate se combina con los azúcares complejos de la pasta y el arroz, obtieniéndose un plato que satisface a lo largo de toda la tarde. Para una comida más fresca, puede optarse por los tomates rellenos con arroz.

- Crudo: pero siempre condimentado, ya que así se obtiene un mayor poder antioxidantes. Para mejorar el licopeno de los tomates son perfectos la vitamina E, los flavonoides y los ácidos grasos insaturados dle aceite de oliva. Una ensalada de tomate, es el plato ideal para acompañar el almuerzo o la cena.

- Por la noche, acompañado con queso: se obtiene un plato completo, donde, junto con los del tomatese obtiene la cantidad adecuada de proteínas y una fuerte dosis de calcio.

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