En una dieta sana y equilibrada los snacks no son necesariamente imprescindibles, todo depende de las condiciones, características y necesidades específicas de cada persona. Y si nos da hambre entre horas, ¿Qué se debe hacer? Aquí hay algunas sugerencias.
Comidas principales, las reglas a seguir
Es de fundamental importancia calibrar correctamente las tres comidas principales (desayuno, almuerzo y cena) para que
contengan la cantidad adecuada de nutrientes, proporcionen la cantidad adecuada de energía, para evitar picos de glucemia con la consiguiente hipoglucemia y sensación inmediata de hambre poco después de ingerir la comida, enviar el mensaje correcto a nuestro cuerpo en función de las necesidades específicas de cada uno de nosotros, por tanto un mensaje de activación o desactivación de una determinada función.
Con las elecciones correctas, con las combinaciones correctas de alimentos y los métodos de preparación correctos se pueden mejorar los procesos digestivos, aumentar o disminuir la biodisponibilidad de nutrientes, aumentar o disminuir la secreción de algunas hormonas como la insulina, cortisol, hormonas tiroideas y también intervenir en la liberación de bilis desde la vesícula biliar hacia el intestino.
Por tanto, es fundamental conocer las características y necesidades únicas para tomar las decisiones más correctas en función de nuestras necesidades reales.
Dicho esto, sin duda, distintos momentos de la vida implican diferentes necesidades nutricionales y como hemos especificado anteriormente, todo depende de las características y necesidades concretas de cada uno.
Lo cierto es que, por ejemplo, quienes practican deporte, los niños, los muy jóvenes, las mujeres embarazadas o en período de lactancia y quienes aún se encuentran en períodos de convalecencia o, por ejemplo, en presencia de descensos de energía, en función de determinadas características individuales y específicas, los snacks se vuelven esenciales. ¡Sin duda también son una ayuda válida para no caer en la tentación entre una comida y otra!
Es fundamental, sin embargo, que, además de ser deliciosos y saciantes, mantengan bajo control la secreción de insulina, que tiene la función de regular los niveles de azúcar en sangre. Cuando esta hormona se produce en exceso favorece la acumulación de grasa y muchos otros problemas así que, sí a los snacks ¡pero los adecuados!
Bocadillos a evitar
No se recomiendan en absoluto las galletas saladas, bizcochos varios, snacks envasados, zumos o bebidas azucaradas, flanes o postres diversos y en general productos envasados, industrializados, muy procesados y ricos en azúcares y grasas de dudosa procedencia.
Consumirlos de vez en cuando ciertamente no mata ya que no son las elecciones ocasionales las que afectan la salud y condición física, sino las elecciones diarias las que son decisivas, pero de hecho, en la vida cotidiana y en las elecciones de rutina, tratar de limitarlas. Y mejor aún evitarlas ya que una dieta rica en estos alimentos puede provocar inflamación crónica del intestino que luego afecta al cerebro, dificultad para concentrarse, memoria, confusión mental, dificultad para controlar el estado de ánimo, depósitos de masa grasa, retención, irritabilidad, con el tiempo puede generar resistencia a la insulina, diabetes, poliquistosis ovárica y mucho más.
Snacks entre una comida y otra: Las recomendaciones
En su lugar, optar por snacks sabrosos pero eficaces, por ejemplo frutos secos (almendras, nueces, avellanas, pistachos, anacardos, cacahuetes...) o chocolate negro superior al 85%, excelentes para mantener bajo control la insulina, tienen un efecto anti-hambre, son deliciosos, saciantes y ricos en propiedades beneficiosas.
La fruta fresca también puede ser una buena opción, pero no para todos. Lo que realmente marca la diferencia es el momento en el que se la consume (¿mañana o merienda?) y sobre todo con qué se la combina en función de las características, constitución y necesidades específicas de cada uno de nosotros.
Las aceitunas verdes son otra excelente idea, una mousse de aguacate y un pedacito de coco o por qué no, ¡un poco de Parmigiano Reggiano para los amantes de lo salado!
Al elegir entre estas opciones uno se da cuenta de los beneficiosas que podrían llegar ser, sin embargo, hay que recordar que para hacer una elección óptima, lo que realmente marca la diferencia son las características específicas, el estado de salud y las posibles patologías, necesidades específicas, y sólo en base a ello se podrá elegir, en este caso, un snack cien por ciento verdaderamente eficaz para cada uno de nosotros.
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