1. El aire es enemigo de la levadura que se congela
Lo más importante al poner la levadura de cerveza fresca en el congelador es asegurarse de que no tome aire. Colocar el paquete ya abierto envuelto en una capa de plástico. Hacer lo mismo incluso si el paquete está cerrado, por seguridad.
2. Preparar porciones individuales ya pesadas
Si se usa poca levadura por vez, se pueden preparar monoporciones listas para usar, pesando las piezas de levadura y envolviéndolas en la película una por una. Para evitar que la levadura entre en contacto demasiado cercano con el hielo del congelador, colocarla dentro de un recipiente de vidrio o plástico.
3. Vencimiento
También se puede congelar la levadura si está cerca de la fecha de caducidad, pero no hacerlo si ya está vencida: es posible que arruine la preparación. Se puede usar la levadura congelada incluso después de la fecha de caducidad que se muestra en el envase: sin embargo, es bueno usarla en unas pocas semanas, sin exceder el mes.
4. Marcar la fecha
Siempre marcar la fecha de inserción en el congelador en los paquetes que se hagan, para saber cómo regular su uso.
5. Cómo descongelar
No usar el microondas ni fuentes de calor excesivas, sino dejarla temperatura ambiente por un tiempo. También se puede cortar en trozos más pequeños y disolverlo en agua tibia, pero tener cuidado de no superar los 40 ° C: temperaturas demasiado altas alterarían sus propiedades de fermentación.
6. Averigüar si todavía es utilizable
Es posible determinar si la levadura de cerveza ha expirado o si todavía está viva: disolver en un poco de agua tibia junto con una cucharadita de azúcar. Si la levadura está buena, se reactivará después de unos 10 minutos, formando espuma y pequeñas burbujas en la superficie.
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