Para quienes necesitan preparar algo práctico y centrarse en una comida rápida, en casa o fuera, y no quieren renunciar al clásico bocadillo, las alternativas no faltan. El consejo es centrarse en las fuentes proteicas con menor contenid de lípidos potencialmente nocivos para la salud y combinarlas, cuando sea posible, con verduras, como las hojas de ensalada, ricas en fibras saciante. Veamos cómo reemplazar los fiambres en los sándwiches con alternativas más saludables.
Hummus de garbanzos
El hummus de garbanzos aporta aminoácidos esenciales, incluido el triptófano que aumenta la sensación de saciedad. También aporta fibras con acción prebiótica que favorecen el equilibrio intestinal y el estado de ánimo. Las fibras también ralentizan la asimilación de los almidones y combaten los estados físicos y mentales de cansancio. También ofrece vitaminas como las del complejo B, magnesio y otros minerales con acción antiestrés. ¿Una sugerencia más? Añadir espinacas, ricas en calcio, otro mineral preciado para sentirte más sereno y relajado.
Queso fresco de cabra
Fácil de digerir y sabroso, el queso fresco de cabra tiene un bajo contenido en lactosa, por lo que es ideal para quienes padecen colon irritable o trastornos intestinales. Tiene un bajo contenido en calorías y colesterol, por lo que también puede ser consumido por quienes están a dieta o sufren de hipercolesterolemia. El queso de cabra también es excelente para los deportistas por su buen contenido en calcio, hierro, fósforo y vitamina B2. ¿El maridaje recomendado? Con unas hojas de lechuga y achicoria roja, variedades ricas en antioxidantes y agua.
Huevos duros
En comparación con los fiambres clásicos, los huevos tienen un contenido calórico más bajo y garantizan una mayor sensación de saciedad, gracias a sus proteínas de alto valor biológico y lípidos, capaces de ralentizar los tiempos de vaciamiento gástrico y los picos de azúcar en sangre, dando un buen efecto saciante. También son excelentes aliados para el correcto funcionamiento del metabolismo porque son fuente de minerales como el yodo y la riboflavina. ¿La asociación ideal? Con unas hojas de rúcula, ricas en fibras que ralentizan la asimilación de los almidones del bocadillo y ahuyentan las ganas de comer fuera de horario.
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