Aunque tratamos de mantener bajo control lo que comemos para mantener la línea, en ocasiones
sucede que nos soltamos y comemos más, con el resultado de encontrarnos al día siguiente con un vientre hinchado que no puede eliminar la sobrecarga a la que lo hemos sometido.
Los síntomas suelen ser claros indicadores de la condición de este pobre órgano, náuseas, hiperacidez, pesadez de estómago, por no hablar de la balanza cuya aguja parece acusarnos!
Si además de los alimentos se ha hecho un consumo mayor de lo normal de alcohol (también demasiados brindis!), tratemos de aliviarlo tomando tanto líquido como se pueda, al menos dos litros de agua durante la mañana, pero en pequeños sorbos, para no irritar más al estómago.
Y si además de la pesadez del estómago también se sienten náuseas? Si no son muchas se las puede eliminar llenando una botella con medio litro de agua y agregarle algún fármaco a base de citrato de sodio y citrato de potasio, a continuación, beberla en pequeños sorbos en 2 o 3 horas. En caso de náuseas muy fuertes tal vez acompañadas por otros síntomas desagradables se debe consultar al médico de familia para prescribir el tratamiento más adecuado.
También los remedios de la abuela pueden ser eficaces, el clásico "canario" (agua caliente y limón9, por ejemplo, es ideal para la pesadez leve de estómago. El agua y bicarbonato, sin embargo, son perfectos para reducir la acidez. Y si el malestar se vuelve insoportable, liberémonos con una mezcla de sal y agua: medio vaso de agua con una cucharadita de sal de mesa (cuidado hipertensos!) puede acelerar el proceso de eliminación espontáneo.
Son también eficaces las hierbas amargas: la china, pero también el ruibarbo o la alcachofa, de acuerdo al gusto personal, pero deben ser productos de herboristería y no el resultado de alguna mezcla imprudente, y sobre todo, nunca en la versión alcohólica.
Y la próxima vez ... ¡Buen apetito, pero con más cuidado!
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