Reconociendo un vino en mal estado

En los últimos años todo está mejor controlado gracias a los avances de la tecnología, y los vinos no son una excepción. Por ello, resulta muy difícil encontrar un vino en mal estado, pero como bien dice el dicho: “Más vale prevenir que lamentar”.

Winefashionista.com ha creado una lista de cómo se pueden detectar algunas señales que tiene un vino no apto para ser consumido, y que la revista Planeta Joy se ha encargado de reproducir.

Si podemos percatarnos de cierto olor a papel periódico mojado, a pelo de perro, o algo semejante a un ambiente lleno de humedad, no es recomendable tomar ese vino. La bacteria TCA vive en algunos corchos y esta puede ser la causa de todos los olores que se han mencionado. A pesar que tomar de este vino no provocara un daño mayor, no se podrá disfrutar de un buen sabor ya que el olor es tan fuerte que seguirá manteniéndose en la botella, aunque este vacía.

También pueden presentarse ciertos problemas relacionados con la oxidación, sobre todo cuando el vino no ha sido guardado de la manera correcta. Cuando esta bebida queda expuesta al aire o a altas temperaturas, es muy probable que se oxide.

Cuando el vino se ha oxidado se puede sentir un olor a rancio o a compota de frutas. Pero su color también cambia, y se puede notar una sombra marrón casi de color ladrillo en los vinos tintos, y un tono dorado oscuro cuando es vino blanco.

Todas las producciones de vino emplean azufre en pequeñas cantidades ya que este elemento lo protege de bacterias y microbios, pero si se abusa de la cantidad, se formará sulfuro de hidrógeno, lo que hará que parezca que dentro de la botella, hay un huevo podrido.

Otra característica de un vino en mal estado es que tenga la presencia de Brettanomyces, o un tipo de hongo, que aparece cuando el vino comienza a fermentarse. Este hongo le da a la bebida un olor a jarabe para la tos. Sin embargo, para algunos bebedores, tomar pequeñas cantidades de Brett, son esenciales para darles un sabor especial al trago.

La acidez volátil, puede ser la característica más fácil de reconocer en un vino no muy apto para beber. Cuando el vino tiene una elevada acidez volátil, estará picado y el olor que emana será muy similar al del vinagre o al del quita esmalte.