Para bajar los niveles de colesterol y proteger el sistema cardiovascular de la acumulación de grasas en las paredes de las arterias, que provocan enfermedades muy graves como infarto e ictus, es útil comer pescado. Veamos qué pescado comer para reducir el colesterol e intentemos entender cuáles son esos pescados en particular y sus propiedades.
Salmón y colesterol
El salmón es un pescado apreciado que no solo logra reducir el colesterol, sino que también es ideal para la protección del corazón a largo plazo. Por cada 100 g contiene solo 35 mg de colesterol en el caso del salmón fresco, y llega a 50 mg en el ahumado. Estos son valores promedio muy bajos que sugieren incluir este alimento saludable al menos dos veces por semana en la dieta.
Debemos disipar el mito de que el salmón es un pescado graso y que "eleva" el colesterol. Los niveles de colesterol que aumentan son en realidad los de HDL, que es el llamado "colesterol bueno". De hecho, en 100 g de salmón solo hay 180 calorías y las grasas representan solo el 12%. A medida que aumenta el HDL, también aumenta la producción de vitamina D, que es fundamental para sintetizar el calcio de los huesos y así mantener su mineralización.
El salmón también contiene ácidos grasos Omega 3 que reducen significativamente la ingesta de lípidos, si se combinan con actividad física regular. De hecho, investigaciones recientes han demostrado que una dieta rica en Omega 3 puede reducir los niveles de LDL (el llamado colesterol malo) hasta en un 30%. Los mismos también actúan sobre los triglicéridos, que también son grasas responsables de las enfermedades cardíacas, que en cambio disminuyen hasta en un 40%.
Bacalao y colesterol
Desde la década de 1970, los científicos han estudiado la salud de los inuit, una población cuya dieta se basa principalmente en el pescado, especialmente el bacalao. Resultó que eran mucho menos propensos a sufrir enfermedades coronarias que los habitantes europeos.
El bacalao, a pesar de su alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados Omega 3, es un pescado muy magro y es su presencia la que mantiene el colesterol dentro de los límites permitidos, que recordamos están por debajo de 200/220 mg / dl. Mantener el colesterol bajo también significa actuar sobre los niveles de presión arterial, que en consecuencia disminuyen. Junto a los Omega 3 también existen varios minerales que contribuyen a hacer del bacalao un pescado con importantes propiedades antioxidantes, como el hierro, calcio, selenio, zinc, magnesio, cobre, yodo.
También están todas las vitaminas del grupo B, la E y la D en cantidades razonables.
El aceite de hígado de bacalao también se utiliza como complemento alimenticio.
Anchoas, arenques y colesterol
También en este caso hay una alta ingesta de Omega 3, además de calcio y vitamina D así como de minerales y proteínas. Estas tres sustancias realizan una acción "depurativa" y "antilipídica" sobre el organismo y tienden a regular el metabolismo y redistribuir las grasas que se eliminan mejor.
De hecho, el metabolismo aumenta y permite mantenerse en forma a través de alimentos naturales y también sencillos de preparar. Las anchoas, boquerones y arenques evitan así la acumulación no solo de colesterol, sino también de toxinas que sobrecargan el organismo.
En particular, estos pescados contienen vitamina PP, también llamada niacina, que es directamente responsable de reducir el colesterol malo.
Atún y colesterol
El atún es el más indicado para quienes quieren bajar los niveles de colesterol. De hecho, contiene Omega 3 que, al igual que otros pescados, tiene una acción anti-colesterol, especialmente en las mujeres durante la menopausia.
En la caballa también se encuentran propiedades similares al atún.
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