En primer lugar, a nivel visual, también podríamos distinguirlos por la forma típicamente afilada y musculosa. De hecho, se trata de peces que nadan sin parar y con rapidez. Otro factor bien conocido, que vuelve en la carne de estos pescados, es el alto contenido en omega 3 , o grasas buenas como el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA).
¿Cuáles son los pescados azules?
Dicho esto, puede que te apetezca ir al mercado y hacerte con algún pescado azul. En la siguiente lista, resumimos algunas de las especies más extendidas y conocidas:
- anchoveta o boquerón;
- arenque;
- sardina;
- caballa;
- medregal;
- algunos atunes;
- algunos peces espada.
Sus carnes se prestan a muy diversas preparaciones, más o menos complicadas, y son muy habituales tanto en la cocina diaria como en las cartas de los restaurantes. Las formas de cocinarlos son muchas, pero hay que tratar de no excederse con los condimentos, para apreciar plenamente su sabor y sus beneficios nutricionales.
Pros y contras del pescado azul
Una vez identificados los productos que pertenecen a este grupo, podemos tener en cuenta los beneficios de su consumo y también los aspectos negativos. Entre las ventajas ciertamente encontramos el hecho de que los mares todavía están densamente poblados por estas especies, por lo que su pesca se considera más sostenible que la de otros tipos. Además, se reproducen rápidamente. También tienen un buen contenido en proteínas, vitamina D y vitaminas del grupo B, yodo y fósforo, así como hierro y calcio. Es por ello que se recomiendan en dietas hipocalóricas.
Sin embargo, en cuanto a los contras, existe el problema de que estos peces no se pueden conservar mucho tiempo después de la pesca, ya que pierden rápidamente sus propiedades organolépticas. Ni siquiera se pueden congelar en casa, por lo que hay que comprarlos frescos o en aceite.
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