Algunos dicen que la alimentación es un acto campesino; otros dicen que es un acto filosófico, y algunos, ecológico. Lo que es seguro es que la dieta elegida tiene una influencia directa en nuestra salud, como lo demuestra y tratan miles de investigación en todo el mundo. Eso no es todo, ya que la elección de los alimentos puede tener consecuencias no deseadas sobre diferentes aspectos de nuestras vidas.
Lo han investigado y publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, los investigadores del Centro Charles Perkins, de la Universidad de Sydney, a partir de un estudio en casi 900 ratones. El objetivo era ver las consecuencias de un equilibrio diferente entre la dieta de los hidratos de carbono y la de las proteínas en la reproducción y la longevidad. Para lograrlo, los investigadores alimentaron a los ratones, divididos en grupos, con 25 dietas diferentes entre ellas en la proporción de proteínas, carbohidratos y grasas y su aporte energético.
Los resultados mostraron que la máxima capacidad reproductiva se alcanza prefiriendo una dieta rica en proteínas y baja en hidratos de carbono pero, para vivir más tiempo, es mejor abundar con los carbohidratos. Para los varones la dieta equilibrada ideal, es la que equilibra la ingesta de hidratos de carbono y proteínas; mientras que para las mujeres se encontró que la fertilidad se ve facilitada por una proporción de 3:1 a favor de las proteínas.
Para promover la longevidad, en cambio, la relación óptima entre proteínas y carbohidratos fue de 1:13 para los hombres y 1:11 para las mujeres.
Según los investigadores, una correcta gestión de la dieta en las distintas etapas de la vida, puede hacer convivir una alta fertilidad, con una esperanza de vida larga.
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