Probióticos: qué son, para qué sirven y dónde encontrarlos

Los probióticos son bacterias y levaduras "buenas", microorganismos presentes de forma natural en el intestino, esenciales para garantizar la composición de la flora bacteriana, el equilibrio del sistema inmunitario y la salud de todo el organismo. Los probióticos, junto con los hongos y otras bacterias, forman nuestra flora intestinal y se reproducen en el interior del intestino resistiendo la acción de los jugos gástricos. Las bacterias probióticas también están presentes en algunos alimentos fermentados y en suplementos especiales, que se pueden tomar en caso de necesidad.


Probióticos: qué son y para qué sirven

Según la definición elaborada por la FAO y la OMS, los probióticos son "microorganismos vivos que, administrados en cantidades adecuadas, ejercen un efecto beneficioso sobre la salud del huésped"; "microorganismos capaces de promover el equilibrio de la microflora intestinal". Los probióticos son, simplemente, bacterias "buenas" capaces de equilibrar la flora bacteriana asegurando así la salud del tracto intestinal y de todo el organismo. La etimología de la palabra pro-bios (del griego "a favor de la vida") nos ayuda a comprender la importancia de estos microorganismos y sus efectos beneficiosos, entre ellos:

  • Refuerzan la barrera intestinal, contrarrestando así la acción de sustancias tóxicas y alérgenos.
  • Defienden y reequilibran la flora bacteriana intestinal.
  • Aumentan la producción de vitaminas y sales minerales, esenciales para el organismo.
  • Apoyan y fortalecen las defensas inmunitarias intestinales y todo el sistema inmunitario.
  • Reequilibran la flora bacteriana especialmente en caso de terapia antibiótica.
  • Mejoran la actividad digestiva y la salud de todo el aparato digestivo.


¿Dónde se encuentran los probióticos?

Como se ha visto, los probióticos sobreviven y se reproducen espontáneamente en nuestro intestino, pero no solo allí se los puede encontrar: se encuentran diferentes variedades de probióticos en algunos alimentos así como en suplementos específicos de producción industrial. Los probióticos más conocidos son sin duda los fermentos lácticos, que se encuentran sobre todo en el yogur mientras que otras familias y tipos de probióticos están presentes en algunos alimentos fermentados como el chucrut, el kéfir, la kombucha, el miso o el tempeh; en menor medida, algunos quesos y productos horneados también contienen una buena cantidad de probióticos, especialmente los procesados con masa madre.


¿Probióticos y prebióticos son lo mismo?

La respuesta es no, aunque muy a menudo están asociados y "trabajan" juntos. Los prebióticos contienen varias sustancias no digeribles de origen alimentario cuya tarea es promover el crecimiento y la acción de las bacterias ya presentes en el tracto gastrointestinal, en particular los fermentos lácticos Lactobacilos y Bifidobacterias. Los alimentos más ricos en prebióticos son los cereales integrales, las legumbres y algunas verduras como las alcachofas, los espárragos, el ajo y la cebolla. Una dieta variada y equilibrada que incluya la ingesta regular de alimentos ricos en probióticos y prebióticos es útil para prevenir desequilibrios en la flora intestinal y las consiguientes formas de estreñimiento, diarrea y patologías del sistema digestivo.

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