Nuestros sentidos juegan un papel fundamental en la elección de lo que se come. Así lo confirma una reciente investigación sobre la conexión entre el olfato y el gusto. Según se desprende de ella, el 50% de las personas admite que el color es un elemento relevante en la elección de los alimentos que se llevan a la mesa.
Este es apoyado principalmente por mujeres (52%) y jóvenes entre 15 y 34 años. El color es muy atractivo para el consumidor, se convierte en una importante guía capaz de guiar de manera efectiva lo que se come. Los alimentos que más sufren esta influencia son las ensaladas (71% de las respuestas), seguida por la ensalada de frutas (62%) y el helado, tercero con el 40% de las preferencias. Menos atención al color para comidas rápidas como sándwiches (15%) y emparedados (7%).
Los alimentos con sus colores son capaces de despertar sensaciones sin precedentes. En su mayor parte son sentimientos positivos. De una profunda investigación realizada por Deliveroo sobre el tema, surge que los colores de mesa despiertan las siguientes sensaciones positivas: tranquilidad en primer lugar (36%), positividad (31%), serenidad (23%) y alegría (17%). Los estados de ánimo con connotaciones variables como la indiferencia y la sospecha son, en cambio, sentimientos que no superan el 2% de las elecciones. Para los mayores de 54 años, el color en la comida es más sinónimo de tranquilidad (42%), mientras que los colores comunican serenidad al 28% de las mujeres frente al 18% de los hombres.
Los colores que más pueden estimular el apetito son los rojos. Es el color amado sobre todo por las mujeres (76%) y en el grupo de edad de 15 a 34 años. En segundo lugar está el color verde, con el 68% de las preferencias y la primera opción para los hombres (67%). Tercer puesto para el amarillo (48%), favorito entre 35 y 54 años frente al naranja (40%).
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