Valores nutricionales de la pechuga de pollo, desde las vitaminas hasta el hierro
Es un tipo de carne con una buena cantidad de vitaminas B, niacina en particular o vitamina B3. Sin embargo, también son importantes las cantidades de vitaminas B1, B2, B5 y B6, también llamadas piridoxina, que se indican sobre todo, en el campo terapéutico, contra los vómitos. La pechuga de pollo también contiene hierro, fósforo, zinc, sodio y pequeñas cantidades de selenio, esencial para combatir el envejecimiento y útil para equilibrar la función tiroidea. El azúcar y la fibra están prácticamente ausentes en la pechuga de pollo, mientras que el colesterol juega un papel casi marginal, con sus 60 mg cada 100 gramos. Sin embargo, si se consume la piel, el aumento total de colesterol en la pechuga de pollo es aproximadamente del 30%. Y es precisamente en este particular que es necesario abrir un capítulo separado.
Mejor sin piel
En el supermercado, de hecho, no es raro encontrar las pechugas de pollo empaquetadas con su piel. Pero, para preservar su función dietética y beneficiosa para nuestro organismo, es importante eliminar la piel antes de cocinarlas: la diferencia está en la eliminación del componente lipídico que contiene. En otras palabras, comer pechuga de pollo con piel produce un aumento significativo de los triglicéridos, es decir, las grasas que, si están presentes en valores altos en la sangre, son un riesgo para la aparición de enfermedades cardiovasculares y el sobrepeso. Sin piel, sin embargo, la pechuga de pollo es naturalmente magra. Este proceso siempre es necesario, excepto cuando se preparan a la parrilla, ya que la grasa, en este caso, se separa de la carne por decantación.
Para adelgazar y más
Gracias a sus virtudes y sus valores nutricionales aliados de la salud, la pechuga de pollo es uno de los alimentos más utilizados en dietas destinadas a perder peso y, también con frecuencia, en los regímenes dietéticos típicos del físico-culturismo, tanto en la fase de masa como en la de definicion. Lo importante, aparte del propósito para el cual se la consume, es no consumirla cruda. La razon es simple: algunos animales (en particular los cerdos y aves), son potenciales portadores de patógenos como parásitos, bacterias y virus.
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