Patatas fritas: ¿Con qué salsa acompañarlas?

Las patatas fritas con ketchup y mayonesa son una combinación perfecta y, por otro lado, estos dos son los condimentos más populares del mundo. Pero, por supuesto, no son los únicos. Al fin y al cabo, la mayonesa es una reinterpretación francesa de la salsa aioli hecha con ajo, aceite de oliva y limón y sus variaciones son numerosas: en Holanda, por ejemplo, se le añade mantequilla de maní y cebolla (para los amantes de los contrastes de sabores) dando vida a la salsa más utilizada para las famosas patatas oorlog. Luego, en el norte de Europa está muy extendida la salsa remoulade, con pepinos, alcaparras y perejil, y la mayonesa de curry que es picante gracias al uso de especias. Finalmente, en Bélgica se usa la salsa brasil donde se le agrega piña y curry a la mayonesa.

Pero incluso el ketchup se puede modificar de muchas maneras y también es famoso por todas sus versiones. En Alemania, Holanda y Bélgica añaden curry a la clásica salsa agridulce. En Filipinas, la salsa de tomate con plátano, enriquecida con chile, está de moda. Pero su alternativa más conocida, es la salsa Worcester: un ketchup al estilo inglés preparado con tomate, vinagre, azúcar, dátiles, pasas, tamarindo y otras especias. En el Reino Unido, Canadá y Sudáfrica, sin embargo, con patatas fritas también se puede encontrar vinagre de malta, a base de cerveza fermentada, mientras que en Rumanía los gustos son diferentes y se trata del mujdei, una salsa de ajo con la adición de jugo de limón, vinagre o crema agria. ¿Y en los Estados Unidos? Las patatas fritas con queso y chili recrean el clásico platillo Tex-Mex y le agregan queso. Para acompañar las patatas fritas, en Canadá también es muy popular la poutine, una salsa especiada hecha con caldo de pollo espesado con harina o maicena y cuajada de queso y, al regresar a los Estados Unidos, la alternativa de esta última pasó a llamarse disco fries: en lugar de cuajada, se usa mozzarella con la adición de guindilla. Cabe destacar que las salsas a base de carne (gravies) tienen una característica particular frente a la mayonesa y el ketchup: se sirven calientes.

Si en lugar de salsas se buscan sabores fuertes e inusuales también se puede recurrir al uso de polvos saborizados como en las curly fries, patatas fritas rizadas con estrellas y rayas, patatas fritas masala indias con la mezcla de especias que se usa para el pollo, patatas furaido japonesas con ajo, algas, semillas de sésamo, escamas de pescado y otros condimentos. En Vietnam, en cambio, las patatas fritas se sirven con mantequilla y azúcar blanca y, en Perú, las patatas fritas se convierten en parte integral del lomo saltado, el famoso plato elaborado con carne de res, cebolla, tomate, especias y salsa de soja. Finalmente, en Cuba, está el mojo: una mezcla inusual de ajo, aceite de oliva y jugo de cítricos.

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