Un equipo de expertos se ha preguntado cuál es la influencia que las culturas alimentarias de otras partes del mundo pueden tener en nuestro organismo. Cuscús, sushi y Tex-Mex son una oportunidad de experimentar una cocina más sana y variada. Entre la tradición y la novedad.
En una sociedad multiétnica, donde siempre es más fácil comprar o consumir alimentos exóticos (gracias a la globalización de los mercados de alimentos), a menudo las tradiciones culinarias se encuentran, se combinan y se mezclan. La cocina, de hecho, es uno de los vehículos más potentes de comunicación con el mundo y la hibridación de la comida, si se practica de la manera correcta, puede convertirse en una gran oportunidad nutricional.
¿Pueden integrarse con éxito en nuestra dieta, nuevos hábitos alimenticios y sabores, de otras partes del mundo? Por supuesto. Por ejemplo, un adecuado consumo de arroz, como en algunas tradiciones orientales, puede ser una gran ventaja desde el punto de vista nutricional. El arroz, de hecho, es una comida refrescante, desintoxicante y digerible. Hervido aparte, es ideal para acompañar los alimentos en lugar del pan, tal como se utiliza en la cocina china, india o tailandesa. Desde la cocina africana , una de las más sabrosas, se puede tomar inspiración para el uso abundante de frutas y hierbas que acompañan el cordero, la carne de res y el pollo.
Mientras que la cocina mexicana es rica en platos ideales para copiar, ya que se caracteriza por un buen balance de verduras, legumbres, harina de maíz (también excelente para los celíacos) y carnes blancas.
Para cocinar el pescado (y no sólo), luz verde al uso de las especias étnicas: algunos ingredientes que determinan el sabor de los platos, en especial las especias típicas de la cocina ayurvédica, como el comino, las del curry o la cúrcuma, son ricas en propiedades beneficiosas para fortalecer el sistema inmunológico y regular los niveles de azúcar en la sangre.
Cuidado sin embargo a no perder la dimensión de origen. Una pluralidad alimenticia potencialmente beneficiosa, puede ser una limitación si se maneja de manera superficial. A menudo se consideran a las cocinas étnicas sólo una moda, casi un símbolo de estatus, y consumir alimentos de otras culturas gastronómicas, sin ningún criterio de selección: por ejemplo, muchos señalan con el dedo a el doner kebab turco, los snacks de gambas chinos o los sándwiches de hamburguesa americanos, ya que son alimentos altos en calorías y ricos en grasas saturadas. Los riesgos? La pérdida de la propia identidad gastronómica y las elecciones imprecisas dietéticamente, con los consiguientes efectos sobre la salud.
Entonces, ¿cuál es el secreto de una buena integración de las diferentes tradiciones culinarias? Según los expertos, todo comienza con la debida conciencia nutricional. Sólo conociendo el valor nutricional real de los alimentos y su potencial de protección y/o prevención de ciertas enfermedades, es posible mezclar las modalidades dietéticas, de manera sana y equilibrada,balanceando el uso de lípidos , azúcares, sal y proteínas. Dando vida a combinaciones, costumbres y los experiencias siempre nuevas.
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