Una piel bien cuidada, suave y radiante es una de las cosas que toda mujer desea tener. Pueden encontrarse una serie de productos para el cuidado del cutis en el mercado, de distintas marcas y de todos los precios, pero puede pasar, que algunos de estos productos, debido a los componentes que tiene, no resulte del todo bueno para cada tipo de piel.
Por eso puede que resulte mejor, utilizar mascarillas naturales preparadas en casa, ya que el uso de productos propios de la naturaleza resultan no dañinos para algo tan delicado como es la piel.
Desde siempre, han sido las mascarillas caseras la mejor alternativa para tener una piel limpia, fresca y joven. Al evitar el uso de químicos es imposible que se desarrollen alergias, además, las mascarillas preparadas en casa resultan mucho más económicas que las que se consiguen en las tiendas de cosméticos.
Las mascarillas faciales caseras se convierten en uno de los cuidados de belleza más naturales que podemos ofrecer a la piel. Los efectos que recibe la piel ayudan a conservarla, la regeneran, y la hidratan cuando se reseca y agrieta.
Son muchos los ingredientes que pueden emplearse para preparar distintos tipos de cremas, pero el arroz ha demostrado ser uno de los mejores.
En realidad, hablamos del agua de arroz, arroz orgánico ya que es libre de pesticidas y que puede obtenerse en las tiendas naturistas. Se necesita también una jarra de agua, algodón, un bowl de tamaño pequeño, cuchara o palito de madera, una botella pequeña y una toalla de papel.
Lo primero que hay que hacer es un tónico colocando en el bowl una taza de arroz para cubrirla con agua. Después se revuelve hasta que quede blanquecina. Luego hay que guardar el agua en la botella para que sirva como tónico para limpiar el rostro.
Este tónico se aplica en un algodón y se pasa suavemente por la cara para remover toda la suciedad, pero dejando la piel con una sensación de frescura.
La mascarilla se obtiene al meter la toalla de papel en el bowl por 10 minutos para que absorba el agua del arroz, si es demasiada se quita el exceso y luego se coloca en la cara por unos 15 minutos.
Pero pueden elaborarse una serie de mascarillas utilizando distintos productos naturales como vegetales, frutas, aceites, leche, miel, harina, levaduras, aceites y hasta arcilla. Cada ingrediente empleado depende del tipo de piel que se tenga o del cuidado que se le quiera dar.
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