Otro chef renuncia a la estrella. El primero fue en 2008 el italiano Gualtiero Marchesi en protesta contra la famosa guía de viajes; desde entonces muchos, por las más diversas razones, han declinado el honor de este reconocimiento otorgado por Michelin: el francés Sébastien Bras, poniendo el acento en el estrés que arriesgaba con limitar su creatividad, y luego Andre Chiang de Singapur, que considera a su cocina perfecta tal como es, sin necesidad de más juicios.
Ahora es el turno de Jérôme Brochot de Le France, un hotel y restaurante en Montceau-les-Mines, pequeña ciudad minera de la baja Borgoña, que escribió a la Guía pidiendo devolver la estrella Michelin, que se le reconfirmó cada año desde 2005. Esto es porque - explicó - no puede asumir los costos de mantenimiento que conlleva un restaurante galardonado con la prestigiosa estrella.
El chef francés dijo en una entrevista con el New York Times, que tuvo que prescindir de la mitad de su brigada debido a los altos costos necesarios para conservar la estrella. Además, en una ciudad pequeña donde el desempleo llega al 21% y donde cada vez es más difícil conseguir un buen número de clientes, esto resulta en un desperdicio de ingredientes de calidad.
La única solución para Brochot fue, por lo tanto, cambiar la fórmula, comenzando por reducir a la mitad los precios, proponiendo un menú más simple, basado en alimentos más baratos. El chef francés ha sido muy criticado por su elección. El alcalde del municipio donde se encuentra el restaurante, consideró el hecho como un "daño a toda la región". Pero la nueva fórmula demostró ser ganadora. "Los clientes han aumentado exponencialmente", dice Brochot.
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