Los mejores métodos de cocción para prevenir el cáncer

Muchos estudios han demostrado que la dieta tiene una influencia decisiva en nuestra salud, incluyendo la reducción del riesgo de enfermedades graves como el . Probablemente sabe que es mejor comer cereales integrales, y que debe incluir muchas verduras frescas en su dieta. Pero ¿sabía que lo importante no es sólo lo que se come, sino también la forma en que se cocinan los alimentos? Por ejemplo, el ajo picado es mejor para la prevención del cáncer que el ajo entero, como así también es mejor remojar las papas en agua, antes de ponerlos en el horno.

Estas son algunas sugerencias sobre los mejores métodos de preparar y cocinar algunos alimentos, para prevenir el cáncer:

Brócoli

El brócoli es una gran fuente de sulforafano, un componente en el que los estudios de laboratorio han encontrado capacidades significativas contra el cáncer. La mirosinasa, una enzima que se encuentra en el brócoli es esencial para la formación de sulforafano. Si se destruye esta enzima en la cocina, muchas de sus propiedades se pierden. Se ha demostrado que la cocción al vapor de las verduras, por un máximo de cinco minutos, es la mejor manera de preservar la enzima mirosinasa. Cocinar y calentar en el microondas durante un minuto o menos destruye la mayor parte de las enzimas. Un estudio publicado hace dos años en la revista "Nutrición y Cáncer", demostró que el consumo de brotes de brócoli, que contienen grandes cantidades de mirosinasa, aumenta la formación de sulforafano.

Tomates

Los tomates contienen un potente antioxidante llamado licopeno, que está asociado con la reducción del riesgo de diversos tipos de cáncer. De acuerdo con el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, se recomienda cocinar los tomates durante unos minutos, ya que este tipo de cocción libera el licopeno que se absorbe mejor que el licopeno presente en el tomate cocinado durante más tiempo. La adición de un poco de aceite de oliva a los tomates cocidos, aumentará aún más la cantidad de licopeno absorbido por el organismo.

Ajo

Si se machaca o pica el ajo y luego se esperan 10 a 15 minutos, antes de exponerlo al calor, se libera un fitoquímico llamado alicina, que ayuda a combatir muchas enfermedades. Cuando la pulpa del ajo se corta o se machaca, la enzima alinasa entra en contacto con la aliina y se transforma en alicina. Es por eso que es importante esperar unos diez minutos antes de cocinarlo. Durante la cocción, la última sustancia se convierte en ajoeno que, además de bloquear la contracción de la musculatura lisa, contribuye a la acción antitrombótica atribuida a los extractos de ajo.

Patatas

La patata es uno de los alimentos que crean una sustancia química llamada acrilamida en algunos métodos de cocción. Los estudios han encontrado que los altos niveles de acrilamida pueden aumentar el riesgo de cáncer. En general, la posibilidad de formación de acrilamida se produce cuando se prepara la comida a altas temperaturas, tales como freír, cocinar en la parrilla o en el horno. Algunas recomendaciones publicadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en noviembre de 2013, aconsejaban no almacenar las patatas en el refrigerador, ya que esto podría aumentar la formación de acrilamida durante la cocción o la fritura. Se recomienda almacenar las patatas en un lugar fresco y oscuro, como un armario o despensa. Además, se recomienda sumergir los trozos de patata en agua durante 15-30 minutos antes de freírla o de cocinarlas de cualquier otra manera para reducir la cantidad de sustancias químicos que se crean en el proceso. En cualquier caso, la mejor forma de cocción para las patatas es la ebullición.

Pan

Como en el caso de las patatas, el sobrecalentamiento forma acrilamida. Por lo tanto, la FDA recomienda preparar el pan y hornearlo manteniendo una clara y, si se existen partes quemadas u oscuras, evitar comerlas.

Romero

Nuevos estudios muestran que los aromas naturales, como el romero, juegan un papel importante en la prevención del cáncer. Por ejemplo, los expertos del Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, aseguran que el romero contiene una sustancia conocida como carnosol que puede inhibir el crecimiento de tumores cancerosos.


Frutas y hortalizas

Coma frutas y verduras con la piel. Si se come una manzana con su piel, se recibirá 75% más de la quercetina, un componente contra el cáncer, en comparación con una manzana pelada. Obviamente estamos hablando de productos biológicos, que también deben lavarse cuidadosamente.

Las cocción prolongada de las verduras hace perder las vitaminas hidrosolubles, como la vitamina C, el ácido fólico y algunos fitoquímicos. Para maximizar el potencial contra el cáncer de las verduras, se recomienda su cocción al vapor.

También se recomienda añadir a las verduras grasas naturales como aceite de oliva, aguacate, pasta de sésamo y nueces, ya que sus grasas ayudan a absorber nutrientes como el beta-caroteno y vitaminas como las vitaminas A, E y K.

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