La diabetes es una enfermedad crónica que aparece debido a que el páncreas no fabrica la cantidad suficiente de insulina que el cuerpo necesita.
En la actualidad afecta al 6% de la población y las posibilidades de contraerla aumentan con el paso de la edad.
Cuando se diagnostica un paciente con diabetes es necesario educarlo para que controlen su enfermedad ya que pueden aparecer otros males como enfermedades cardiovasculares, neurológicas, retinopatías o nefropatías.
Para poder controlar esta enfermedad hay que tener una alimentación saludable, que deben incluir como todas, desayuno, almuerzo y cena.
Está de más decir, que el desayuno es la comida más importante del día por lo que pueden tenerse en cuenta tres opciones perfectas para controlar adecuadamente esta enfermedad.
Pero antes, hay que resaltar algunos consejos para que todo resulte de maravillas, como controlar el tamaño de las porciones de comida en el plato, lo que evitará que se coma de más.
Pueden consumirse productos lácteos, pero deben tener un bajo contenido de grasas, es mejor evitar el café con azúcar; las mejores carnes deben ser las magras como el tocino y carne de pavo.
También resulta bueno cocinar con menos grasa y utilizar sartenes antiadherentes o spray para cocinar. La mantequilla puede ser reemplazada por margarina vegetal, que está elaborada con grasa vegetal y resulta más saludable.
Un buen desayuno puede incluir 1 omelette de clara de huevo, 1 rebanada de pan integral tostado y una rebanada de jamón. Todo hace un total de 137 calorías.
Otro desayuno con 169 calorías, incluye 1 porción de huevos batidos, 1 porción de tocino de pavo y 1 tostada de trigo integral.
Muchos prefieren desayunar 1 huevo pasado por agua con una rebanada de pan blanco tostado y 3 rebanadas de tocino.
Si se quiere un desayuno más calórico, puede tenerse en cuenta comer un huevo frito, una salchicha y una rebanada de pan de canela tostado, una manera de comenzar la mañana con 490 calorías.
En cuanto a las mejores bebidas, pueden considerarse la leche y el yogur descremados y bajos en grasas; los batidos de frutas que tengan plátanos, fresas o arándanos que pueden ser licuados con una taza de yogur o leche sin grasa, una cucharada de germen de trigo, una cucharadita de frutos secos y hielo.
Para las demás comidas pueden prepararse granos como frijoles y no deben faltar los vegetales almidonados, las frutas y evitar siempre las grasas, los alimentos azucarados y las bebidas alcohólicas.
Comentarios sobre este artículo (1)