El tomate forma parte de la cocina en todos los países del mundo y es considerado tanto una fruta como una hortaliza.
Se ha comprobado que consumirlo todos los días resulta saludable y mejora el sabor de los alimentos en cada plato que se agregue.
Posee un gran número de antioxidantes que combaten diferentes tipos de cáncer, además de ser una enorme fuente de vitaminas y minerales; mejora la salud de los ojos, previene la hipertensión, resulta ser un protector contra las enfermedades cardiovasculares y de las infecciones del tracto urinario.
Dentro de los antioxidantes que contiene se encuentra una abundante cantidad de licopeno, muy eficaz para prevenir el cáncer causado por los radicales libres. Estudios realizados han comprobado que los varones con altos niveles de licopeno corren un riesgo menor de sufrir infartos, sobre todo el llamado isquémico, la forma más común de infarto y que es causado por un coágulo sanguíneo.
La investigación se llevó a cabo en Finlandia donde el riesgo general de sufrir infartos se redujo hasta en un 55% en aquellos sujetos con mayores niveles de licopeno.
Por otro lado, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, informó que las concentraciones de este antioxidante son menores en tomates crudos que en los productos de tomate como el puré, las salsas o la pasta.
Un tomate crudo de regular tamaño posee 3.165 microgramos de licopeno, mientras que una taza de salsa concentra más de 31.000 microgramos.
Otro de sus beneficios es que reduce el colesterol y protege el corazón debido a que previene la oxidación de lípidos séricos y protegiendo de las enfermedades cardiovasculares.
Un tomate brinda casi un 40% de vitamina C, previniendo el cáncer, también contiene vitamina A, K, potasio y hierro.
La vitamina A mejora la visión y previene la ceguera nocturna, así como la degeneración macular. El ácido cumárico y el ácido clorogénico contrarrestan el efecto del tabaco al luchar contra las nitrosaminas que se origina en el organismo al fumar.
Por otro lado mantiene saludable el sistema digestivo previniendo el estreñimiento, la ictericia y ayudando eficazmente a eliminar las toxinas del cuerpo.
Otra investigación arrojó que consumir tomate a diario reduce el estrés oxidativo en la diabetes tipo 2, así como disminuye el riesgo de desarrollar hipertensión.
El tomate ayuda a mantener los huesos, dientes, piel y el cabello saludables, incluso puede aplicarse para curar quemaduras. Consumirlo de manera regular ayuda a disolver los cálculos biliares y aminora las posibilidades de padecer cáncer de vejiga.
En general el tomate es un protector de todo el cuerpo.
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