La leche ayuda a conciliar el sueño: ¿verdad o creencia popular?

"Y después de cenar, un vaso de leche humeante y luego directo a la cama": ¿cuántas veces hemos escuchado esto de nuestras madres? La leche es un alimento fundamental, un ingrediente completo, rico en vitaminas y sales minerales que llevamos tomando desde que éramos muy pequeños y que también podemos utilizar en la cocina, para preparar deliciosos platos. Todos conocen los beneficios de este alimento y muchos creen que, entre los muchos "poderes" de la leche, también está el de favorecer el sueño.

¿Verdad o creencia popular? ¿Qué sucede si bebes leche por la noche porque podría promover el descanso? Solo queda descubrir la verdad, entre falsos mitos, tradiciones centenarias, hormonas de la felicidad y explicaciones científicas.

Beber leche por la noche te ayuda a dormir: ¿verdadero o falso?

Beber una taza de leche tibia antes de acostarse podría promover el sueño y promover el descanso reparador: ¿cuánta verdad hay en esta creencia "popular"? La respuesta es que todo es "una cuestión de química".

La leche contiene un aminoácido esencial llamado triptófano, sustancia a partir de la cual nuestro cerebro sintetiza la serotonina. También conocida como la "hormona de la felicidad", la serotonina es el neurotransmisor involucrado en numerosas funciones biológicas importantes, incluidas las responsables de controlar el estado de ánimo y el sueño. ¿Cómo afecta la serotonina al sueño? El cerebro sintetiza serotonina y la transforma en melatonina, responsable de los ritmos del sueño, realizando una acción calmante y sedante.

¿La química no es tu fuerte? Entonces vamos directo al grano: sí, la leche puede estimular el sueño y beber un vaso de leche caliente antes de ir a dormir puede favorecer la relajación y ayudarnos a descansar. Además de la leche, hay muchos alimentos que nos pueden ayudar a dormir bien porque son ricos en triptófano, entre estos encontramos el arroz integral, las nueces, las semillas de calabaza y también los plátanos, la lechuga y, por supuesto, el queso y el yogur.