El huevo en las distintas culturas
Para los paganos, el huevo es un símbolo de fertilidad: el eterno retorno a la vida.
Los griegos, chinos y persas los intercambian como regalo de primavera en los días festivos.
Para los filósofos egipcios el huevo fue el centro de los cuatro elementos.
Para los israelitas era un regalo para amigos y en ocasión de cumpleaños.
Los antiguos romanos solían decir: "omne Vivum ex ovo" ("Toda vida es de vida").
La tradición de pintar y decorar huevos de Pascua durante el período pascual se remonta a esa época: regalar un huevo decorado era sinónimo de buenos augurios y deseos.
En Alemania, los huevos se regalaban a los niños junto con otros regalos de Pascua.
En algunos países, como Gran Bretaña, cada año en la Pascua, los niños van buscan en los jardines, los huevos que el conejo de Pascua ha coloreado y escondido entre la hierba y los arbustos.
En algunas regiones de Francia se esconden huevos de colores en los jardines y se les dice a los niños que han sido dejados por las campanas que en la noche del Viernes Santo fueron a Roma a buscarlos, y por eso nadie las escucha sonar en la noche de la Pasión.
La tradición de Pascua de decorar los huevos
Esta costumbre se origina en la leyenda según la cual, luego de que María Magdalena encontrara vacía la tumba de Jesús, corrió hacia los discípulos, y anunció la gran noticia. Pedro, incrédulo, dijo, "voy a creer lo que dices si los huevos de esta cesta se convierten en rojos". Inmediatamente los huevos se tiñeron de un rojo intenso!
Cada cultura ha desarrollado su propia manera de decorar los huevos. A veces, se usan huevos duros, coloreados con tintes vegetales comestibles si se van a comer. O se vacían haciendo un pequeño agujero con una aguja en cada extremo del huevo, y se utiliza la cáscara.
En Grecia se acostumbra intercambiar huevos de color rojo en honor a la sangre de Cristo.
En Alemania y Austria se regalan huevos verdes en Jueves Santo.
En Armenia se suelen pintar los huevos con imágenes de Jesús, la Virgen María o con escenas de la Pasión.
En los países de Europa oriental se pintan con estilos geométricos en dos tonos: azul y blanco, rojo y blanco, etc.
Una antigua técnica de decoración de huevos consiste en aderirles pequeñas y hojas y plantas, hervirlos con tintes vegetales y luego retirar estos elementos con lo que la cáscara queda impresa en un tono más claro.
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