Nuestro cuerpo necesita combustibles naturales a los que recurrir para obtener bienestar, el bienestar que nos dará una vida larga y saludable. En la práctica, lo que comemos nos da la oportunidad de fortalecer el sistema inmunológico para evitar las enfermedades, alejando el riesgo de mortalidad.
El British Medical Journal, una prestigiosa publicación médica líder de Gran Bretaña, publicó datos que son indicativos de cómo, a través del consumo abundante de frutas y verduras, se puede lograr este objetivo.
Los investigadores observaron los hábitos alimenticios de 65.000 residentes del Reino Unido, mayores de 35 años. Los datos resultantes muestran un consumo de 3,8 porciones de frutas y verduras por día. Con esta cantidad, el cuerpo ya acumula beneficios considerables en términos de protección contra enfermedades, alejando el riesgo de mortalidad. Pero cuando el número de porciones aumenta a 7 o más, los beneficios son exponenciales. En el sentido de que no sólo aumentan las defensas del organismo, sino que disminuyen en un 25% las probabilidades de contraer cáncer y en 31% las de morir por enfermedades del corazón o ataques cerebrales.
La naturaleza, por sus propios medios, siempre se las arregla para cuidar al hombre. Nuestros hábitos alimenticios deben ser corregidos y destinados a proporcionar la cantidad correcta de los elementos que el cuerpo necesita. Varios elementos contenidos en las frutas y verduras son el combustible para el bienestar. Las frutas y las verduras contienen antioxidantes importantes que tienen la función de prevenir el daño celular. De hecho, los resultados confirman que las personas que consumen muchas frutas y verduras tienen menos posibilidades de contraer cáncer, o sufrir de accidentes cerebrovasculares o enfermedades del corazón. Un antioxidante en particular, el ácido ascórbico o vitamina C, no es producido por nuestro organismo, por lo que debe ser introducido a través de la dieta.
Comer diariamente abundantes porciones de frutas y verduras, es un verdadero sistema para garantizar una buena calidad de vida. Pero, ¿qué se entiende por porción?
Una porción de fruta puede ser una fruta como pera, manzana o naranja. Dos frutos si son de menor tamaño como los albaricoques o ciruelas. Una linda ensalada de frutas, sobre todo en verano, además de contribuir con la cantidad adecuada de alimento, refresca el espíritu con los maravillosos colores de las frutas de verano. Si se trata de verduras, la porción puede ser menos de un plato de verduras cocidas o una ensalada. Importa mucho la forma en que las verduras estén cocidas. Métodos de cocción incorrectos o prolongados contribuyen a la pérdida del valor nutritivo de las verduras.
Revisando los datos que emergen de los estudios sobre el consumo de frutas y verduras, se ha demostrado que esta última contribuye en mayor medida, a proteger el organismo de las enfermedades y la mortalidad. Los beneficios de las frutas, por su parte, tienen una efecto más corto en comparación con los de las verduras. Esto puede explicarse teniendo en cuenta el efecto que tiene sobre la fructosa en el organismo. La fruta es rica de esta azúcar natural y una sobredosis podría conducir a obesidad, estrés oxidativo, siendo un problema para los diabéticos.
Por último, cuando se trata de frutas hablamos de fruta, no conservada. La fruta congelada, en conserva o enlatada no debe ser, de ninguna manera, tomada en consideración. Comer alimentos enlatados aumenta las posibilidades de contraer enfermedades, ya que poseen conservantes que no son beneficiosos para la salud. La recomendación de los expertos es privilegiar el consumo de abundantes frutas y verduras, prefiriendo, por supuesto, las que más nos gusten. Lo importante es darle al organismo el combustible necesario para producir bienestar y reforzar el sistema inmunológico.
Comentarios sobre este artículo (0)