Jengibre: recetas e ideas en la cocina

Debido a su sabor único y delicioso y la proliferación de distintas cocinas étnicas,  en la actualidad es fácil encontrar jengibre fresco, no sólo en tiendas especializadas exóticas, sino también en supermercados y otros comercios minoristas de frutas y verduras.  El jengibre se consigue fresco pero también seco o en polvo.

También está el jengibre confitado, delicioso y perfecto para comer al final de una comida como un agradable digestivo sin alcohol, y también se utiliza en la preparación de dulces.

Conservación del jengibre

Es recomendable  siempre tener un poco de jengibre fresco. Comprar una buena raíz, bien sana y mantenerla en el cajón de las verduras dentro de la nevera, envuelta en papel de cocina y colocada dentro de una bolsa de plástico o en una caja (el papel se utiliza para recoger la humedad que se evapora de la raíz). Al momento de utilizarla, cortar las piezas que se necesitan, y volver a guardar. Dura mucho tiempo, incluso unos pocos meses, sólo recordar a cambiar el papel si se vuelve demasiado húmedo.

Para utilizarlo quitar la piel, y según la receta,  rebanar o cortar utilizando un procesador de alimentos (el jengibre es fibroso por lo que es difícil de cortar con cuchillos o peladores). También se puede congelar: cortarlo y ponerlo en pequeños recipientes y, en el momento de usarlo, retirar la cantidad necesaria  y utilizarla sin descongelar. Otra manera de conservarlo es procesarlo con aceite, y guardar la mezcla en el refrigerador dentro de un frasco con el contenido cubierto de aceite.

El jengibre en la cocina

El jengibre es multifacético y puede dar un toque de sabor a mil preparaciones saladas y dulces. Veamos algunas ideas, muchas de las cuales derivan de la cocina china, donde el jengibre se utiliza mucho.

Platos de la cocina china: el clásico pollo al jengibre y el menos conocido pollo entero hervido en un caldo de jengibre y servido con una salsa de jengibre. También en la cocina china, el jengibre se utiliza en los sofritos en lugar del ajo, por ejemplo en la carne de cerdo agridulce, o en la exótica ternera  a la mandarina.

El jengibre también acompaña muy bien a preparaciones de pescados como el rodaballo y los langostinos al jengibre.

En tartas, pasteles y otros dulces,  el perfuma con su aroma y sabor ligeramente picante: son bien conocidas las galletas de jengibre clásico, las magdalenas con peras y jengibre y el helado de jengibre.

    

El jengibre se utiliza en muchas bebidas y cocteles con o sin alcohol, así como tambipen en infusiones calientes y refrescos.