¿Quién dijo que las ensaladas se preparan únicamente con verduras? O que, si se trata de frutas, las combinaciones más originales son sólo jamón con melón o queso con peras? Sin embargo, la tendencia parece dirigirse cada vez más, a una creciente integración de frutas frescas y secas con los condimentos y alimentos más diversos, en preparaciones saludables, llenas de color y sabor.
Hay frutas que se prestan muy bien a las combinaciones saladas; a otras, sin embargo, les cuesta un poco más. En cualquier caso, sin embargo, se trata en gran medida de una cuestión de gusto personal, y las combinaciones son infinitas!
Veamos algunas ideas para combinar las frutas más comunes con los alimentos salados y hacerlos protagonistas indiscutibles de sabrosas ensaladas y platos únicos.
Kiwi: rico en vitaminas y minerales, queda perfecto con el salmón fresco (dorado en una sartén); también con hinojo y maíz; o jamones crudos estacionados.
Peras: ampliamente utilizada en combinación con quesos fuertes como el parmesano, gorgonzola o feta. También con jamón serrano, rúcula y radicchio.
Manzanas: deliciosas en combinación con frutos secos como nueces y almendras; también con espinacas, maíz, hinojo y tocino.
Uvas: sus granos partidos dulces y jugosas van perfectamente en ensaladas mixtas con higos y jamón curado.
Fresas: están entre las frutas más sabrosas y, al mismo tiempo, bajas en calorías, perfectas para las dietas bajas en calorías o un aperitivo entre comidas. Combinan con quesos frescos como el queso de cabra, rúcula, piñones, menta y vinagre balsámico.
La lista es interminable, pero conviene destacar también, las ensaladas preparada con otras frutas como melón, sandía y naranjas.
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