Lo más probable es que todos estemos seguros de tener una cocina limpia. De hecho, muy limpia. Sin embargo, incluso en una cocina limpia, el moho y las bacterias invisibles acechan y se transfieren fácilmente de un alimento a otro. Y somos nosotros, con algunas acciones, los que contribuímos a esta contaminación.
¡Estos son seis malos hábitos que comúnmente tenemos todos!
Colocar las cáscaras de huevo en el área de trabajo
Sólo hay que pensar de dónde vienen para darse cuenta de que no pueden ser precisamente lo más limpio... Acogen fácilmente microorganismos, incluso la peligrosa salmonela, y representan uno de los mayores riesgos de contaminación. Es por esto que las cáscaras deben retirarse inmediatamente y lavarse las manos después de tocarlas.
Coloca el pan desprotegido en el congelador
Se puede conservar más de un mes, pero sólo mientras esté protegido en bolsas (cuidando que se adhieran bien). Durante el almacenamiento bajo cero, el agua sigue evaporándose: en el caso del pan, produce manchas blancas en la superficie que no suponen ningún riesgo para la salud, pero que lo hacen claramente menos agradable.
Limpiar "demasiado" las verduras
Se deben lavar con agua corriente, evitando dejarlas en remojo y la limpieza debe limitarse a las piezas que realmente no se van a descartar. Las vitaminas y las sales minerales, de hecho, disminuyen a medida que nos acercamos al corazón de las verduras y una eliminación exagerada de las capas externas provoca una pérdida inútil de nutrientes: pelar profundamente las patatas puede provocar una disminución de la vitamina C de hasta un 30 %.-40%. Otro truco consiste en utilizar cuchillos muy afilados: las vitaminas A y C están contenidas en los zumos y se dispersarían si se trituraran.
Utilizar el mismo cuchillo para diferentes alimentos
Se debe evitar en la medida de lo posible el contacto entre diferentes alimentos intentando utilizar equipos diferentes. Por lo tanto, no se debe utilizar el mismo cuchillo al mismo tiempo para cortar carne, limpiar verduras o cortar embutidos, del mismo modo que no se debe utilizar la misma tabla de cortar, que no debe absorber agua y grasa ni rayar ni astillarse. La madera es el material más utilizado pero no el más adecuado: son mejores las tablas de cortar de polipropileno o materiales similares.
Descongelar bajo el agua corriente
Es un sistema rápido pero poco aconsejable, debido a la probabilidad de perder parte de los principios nutricionales o de las sustancias aromáticas lavadas. La mejor técnica es descongelar en el frigorífico: lleva más tiempo, pero es higiénicamente seguro y nutricionalmente válido.
Cultivar plantas en la cocina
Los fertilizantes e insecticidas nunca deben entrar en contacto con los alimentos. Esto significa evitar el uso de pulverizadores (los residuos podrían acabar en las encimeras) y colocar las plantas en un lugar bajo, en lugar de en estantes y armarios, desde donde podrían caer sustancias no deseadas sobre los alimentos.
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