Fruta del dragón, escenográfica y saludable

Es colorida, original y además deliciosa: la pitahaya es considerada una de las frutas tropicales más fascinantes. Mérito de su piel de color magenta brillante, de sus escamas brillantes y de su interior jugoso, con una pulpa que puede ser blanca o roja, salpicada de crujientes pepitas negras.

Originaria de Sudamérica, y cultivada en los rincones más cálidos del planeta, la pitahaya también está envuelta en leyendas, precisamente por su singular aspecto, que se asemeja mucho al de los huevos del mítico animal fantástico.


Orígenes de la superfruta latina

Lo que se conoce como fruta del dragón en realidad se llama pitaya (o pitahaya) y es producida por un tipo particular de cactus, el Hylocereus Undatus. Es una planta trepadora, a menudo utilizada como soporte para otros árboles, que es polinizada por murciélagos y polillas, y que florece solo de noche pero varias veces al año.

Por sus características, esta planta crece solo en climas tropicales, y es capaz de resistir hasta 45°, mientras que en climas fríos muere muy rápido. Razón por la cual, luego de ser exportada desde su país de origen que es México, comenzó a producirse en países como Australia, China, Vietnam e Indonesia, y en estados como Florida, Hawái y las islas del Caribe, así como en general en Sudamérica.

Debido a su particular apariencia, la fruta del dragón a menudo ha sido objeto de varios tipos de historias y leyendas: por ejemplo, a lo largo de los siglos en algunas partes del mundo surgió la creencia de que no era realmente una fruta, sino fuego de dragón solidificado. Otros, sin embargo, asociaron la fruta con los huevos de dragón, razón por la cual todavía se le llama así en todo el mundo.


Características y beneficios de la fruta del dragón

La pitahaya se define como una superfruta, porque contiene una concentración muy alta de nutrientes fundamentales: en particular, es una verdadera bomba de vitamina C (pero también contiene B1, B2, B3 y vitamina E en las semillas), fibra dietética y minerales, entre ellos sodio y calcio, y además tiene una altísima concentración de proteína, elemento único para una fruta.

Pero a pesar de la alta concentración de nutrientes, la pitahaya tiene muy pocas calorías: cada 100 gramos, de hecho, tienen unas 60 Kcal, característica que la hace ideal para dietas de adelgazamiento, además de ser especialmente diurética. Gracias a la fuerte presencia de vitamina C, la fruta del dragón también aumenta la producción de colágeno, que es esencial para la buena salud de los músculos, los huesos y la piel.


Fruta del dragón en la cocina: a qué sabe, cómo comerla

En cuanto al sabor, la pitahaya tiene un sabor suave y refrescante que podría describirse entre una pera y un kiwi muy maduro, mientras que en textura es más como la piña y el melón, dada la gran cantidad de agua que contiene. Completamente inodora, la fruta del dragón tiene un sabor suave que la hace muy versátil en la cocina.

La forma más clásica de disfrutar de la pitahaya es sola, aderezada con unas gotas de limón y un poco de azúcar, pero también se presta muy bien para crear batidos y cócteles. Una bebida muy sabrosa, originaria de América del Sur, es el agua de pitaya: se licua la pulpa, con limón y azúcar, para obtener un batido muy sabroso. Su nota dulce también la hace perfecta en la preparación de postres como la cheesecake, a la que da una nota fresca muy apreciable.

La pitahaya también va muy bien con los sabores salados: un poco como el mango, se puede utilizar para preparar ensaladas mixtas al estilo tropical, pero también junto con pollo y pescado, o con arroz, en una especie de poké casero.

Comentarios sobre este artículo (0)

No hay comentarios