Fresas: así son mucho más deliciosas!

La primavera es sinónimo de la llegada a la mesa de algunas especialidades de la huerta que solo permanecen en temporada unos meses, en primer lugar las fresas. Si bien comienzan a estar disponibles a fines del invierno, en esta temporada alcanzan la máxima intensidad de su sabor, lo que las hace excelentes para comer tal cual. Sin embargo, el retrogusto ligeramente ácido de esta fruta hace que muchos prefieran aderezarlas con otro aroma que lo atenúe y realce su dulzor. Estas son algunas sugerencias para dar sabor a las fresas sin cambiar su textura y sabor.


Con zumo de cítricos

Una de las formas más comunes de condimentar las fresas es agregar jugo de limón exprimido, junto con una cucharadita o dos de azúcar. Pero el jugo de otros cítricos también va bien con esta fruta, y en particular el de naranja, que es ligeramente más dulce que el de limón. También vale la pena probar variaciones con jugo de lima y jugo de mandarina.


Con almíbar

El almíbar de agua y azúcar es sin duda el topping más fácil y rápido para las fresas, perfecto incluso para cuando no tienes otras alternativas en casa, o para esa época en la que las fresas todavía están en temporada pero los cítricos ya no. Lo ideal es limpiarlas y trocearlas el día anterior, poniendo en su bol el azúcar y muy poca agua y luego meterlas en la nevera, para que las fresas suelten un poco de su jugo. Para un toque extra de frescura puedes añadir hojas de menta picadas.


Con nata

Aliñar las fresas con nata es la forma ideal de convertir esta fruta en un postre sin cocinar. De hecho, nata y fresas es una combinación sencilla, rápida y sabrosa.


Con chocolate

Fresas y chocolate es una de las combinaciones más sabrosas que existen, tanto en su versión original como en sus alternativas. Lo ideal es derretir el chocolate y mojar en él las fresas enteras, pero también puedes optar por rallarlo por encima, creando así rizos que se derretirán en tu boca.


Con vinagre balsámico

Una combinación un poco más inusual pero aún muy apreciada es la que ve la dulzura ácida de las fresas combinada con la cremosidad ligeramente amarga del vinagre balsámico. Es la variante perfecta para quienes quieren servir las fresas como conclusión de una cena gourmet, o simplemente para quienes prefieren las notas agridulces al dulzor.


Con helado

Hacia el final de su período estacional, cuando comienza a sentirse el calor, las fresas también son excelentes complementos para las copas de helado: puedes optar por el clásico, con sabores de nata y chocolate, o probar la combinación de fresas con helado de yogur o mascarpone. Para adornar todo puedes agregar merengues desmenuzados o copos de chocolate.


Con vino o licores

Champán y fresas es la combinación romántica por excelencia, pero no es la única bebida alcohólica con la que se pueden acompañar las fresas: a los que les guste la combinación con zumo de limón también les podría convencer el de limoncello, o mejor aún con su versión con nata. En cambio, quienes busquen un aroma más intenso pueden probar a mojarlas ligeramente con ron.

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