Ciertas creencias populares están muy arraigadas, incluso entre las generaciones más jóvenes. Como la de que el limón puede ser utilizado para desinfectar los productos del mar, debido a sus propiedades ácidas, que lo haría un antibacteriano natural. Nada más falso. En realidad el ácido ascórbico y el contenido de ácido cítrico contenidos en el jugo de limón, no son en absoluto suficientes para eliminar posibles virus o bacterias que pueden acechar en mariscos crudos. Comer mejillones o almejas crudas, sin conocer bien su origen, implica la posibilidad de contraer en el mejor dede los casos intoxicación alimentaria, o en el peor de los casos, hepatitis A (la única que se puede contraer sin contacto de sangre).
Las esponjas de mar
Almejas y mejillones filtran muchos litros de agua de mar, convirtiéndose en verdaderas esponjas llena de bacterias y virus responsables de intoxicaciones e infecciones, incluyendo la más común que es la salmonelosis. La única manera de evitar el contagio de estas enfermedades es la cocción, además de la garantía del control de la zona de origen y de los procedimientos sanitarios, antes de que estos alimentos sean colocados en el mercado.
Bastan sólo unos minutos sobre el fuego, para eliminar todos los riesgos. También porque el alimento contaminado no cambia sus características organolépticas: no tiene un olor desagradable, no cambia de color... En pocas palabras, es imposible darse cuenta de la contaminación.
El limón en la cocina
El limón es un excelente ingrediente para muchas de nuestras recetas: realza el sabor de una fritura, es perfecto para marinar carne o ensalada de mariscos, es un buen antioxidante para todo tipo de verduras, se usa para sazonar la ensalada, su cáscara da un toque fresco a las salsas dulces o pastas. Se utiliza para preparar un licor como el Limoncello, sus aceites esenciales se utilizan en la industria alimentaria y la de los perfumes pero... no desinfecta.
Remedios con limón
Hay muchos remedios que se pueden preparar con los limones, desde una infusión de jugo de limón y agua caliente, perfecta para el insomnio, o una taza de cáscaras cocidas con azúcar para mitigar los dolores de estómago. El limón también se utiliza con yogur y miel para una máscara astringente "casera" mientras que si se frota directamente sobre la piel ayuda a eliminar puntos negros y le da al cutis un nuevo brillo.
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