Dentro de larga lista de situaciones que diferencian a los hombres de las mujeres se encuentran las hormonas. Todos sabemos que los hombres producen testosterona y que las mujeres producen estrógenos.
Justamente estas hormonas, son las encargadas de hacer que cada uno cumpla ciertas funciones que marcan claras diferencias físicas entre uno y otro sexo. Si bien los hombres tienen un cuerpo más fornido, vello axilar, voz grave, entre otras características propias; los estrógenos regulan las propias de las féminas como el ciclo menstrual, el crecimiento de los senos y la fertilidad.
Lo normal y común es que hasta los 25 años de edad, la producción de esta hormona femenina sea regular, pero pueden producirse ciertas anomalías incluso antes de llegar a esta edad, lo que necesita ser atendido con suma urgencia por un especialista en el tema.
Otra etapa en la vida de una mujer que produce una gran cantidad de cambios es la menopausia, y es justo en este tiempo cuando necesita de una mayor cantidad de estrógenos, ya que paradójicamente, se pierde una enorme cantidad de ellas.
Durante la menopausia, y debido a la falta de esta hormona, las mujeres sienten alteraciones físicas y emocionales como irritabilidad, apatía, sexual, sofocamientos, cambios en la piel, y en varios casos ha sido causa de osteoporosis.
En centros médicos especializados y en muchas farmacias se venden suplementos de estrógenos que pueden resultar muy eficaces, pero es importante que sea el médico quien los recomienda antes de pensar en tomarlos.
Pero para evitar sufrir de algún problema, lo mejor es consumir desde que se es muy pequeña, alimentos que contienen estrógenos de manera natural y que pueden ser parte de la dieta de todos los días.
Dentro de los más recomendados tenemos cereales como el arroz integral y avena; vegetales como apio, brócoli, coliflor, remolacha, repollo, tomates y zanahorias; frutas como cerezas, granadillas, manzanas, ciruelas. Además encontramos estrógenos naturales en el aceite de oliva, en las aceitunas, en las cebollas rojas, en el centeno, en la cebada, en menestras como los frijoles, en las habas, en los huevos, en la soya, y en muchos otros alimentos.
Si bien son muchos los alimentos que pueden servir de mucho apoyo, no está de más que sea el médico quien brinde una asesoría y recomienda algunos otros que sean mucho más eficaces y nutritivos a la vez.
No debemos olvidar que siempre es mejor llevar una alimentación balanceada y sana, ya que aparte de ofrecer una gran cantidad de beneficios al organismo, estamos cuidando y manteniendo el peso ideal, y luciendo una piel fresca y joven por mucho más tiempo.
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