El pomelo, una fruta con mucha vitamina C

Sobre el origen del pomelo o toronja se puede decir que es una fruta con un origen desconocido, pero para muchos es un cruce natural entre una naranja dulce y una especie distinta conocida como pummelo y que se desarrolló en Barbados en las Indias Occidentales.

Luego se comenzó a cultivar por todo el Caribe, llegando posteriormente a los Estados Unidos, donde empieza su gran desarrollo.

En la actualidad abunda en Sudamérica, sobre todo en la época de invierno, cuando todos los frutos llenos de vitamina C se convierten en los preferidos.

En lo que se refiere a su sabor, el pomelo causa cierto desconcierto ya que es menos dulce que la naranja, tiene menos ácido que un limón y es algo amargo.

Propiedades del pomelo para nuestra salud

El pomelo contiene altas cantidades de ácido ascórbico y el tono de su pulpa es distinta, encontrándose desde el color amarillo, el rojo y hasta anaranjado. La tonalidad depende del contenido de carotenoides, los pigmentos que le dan ese color anaranjado-rojizo, y será mayor, mientras más oscuro sea el color de la pulpa.

Los carotenoides tienen muchos nutrientes y destaca su función antioxidante, convirtiéndose en una acción preventiva de enfermedades cardiovasculares.

Pero además de la vitamina C, las toronjas ofrecen una serie de beneficios para la salud que se relacionan sobre todo con adelgazar y reducir medidas, por lo que no pueden faltar en ninguna dieta.

Además, ayudan a controlar la sensibilidad a la insulina, lo que favorece un mejor manejo de los carbohidratos.

Consumiendo solo la mitad de un pomelo, nos ofrece más de 100 gramos de vitamina C y es muy indicado para aliviar el dolor de las articulaciones gracias a su contenido de ácido salicílico, ideal para disolver el calcio inorgánico.

Por otro lado, ayuda a limpiar el hígado, y ayuda en el proceso de la digestión debido a sus propiedades ácidas, y posee elevados niveles de licopeno, que ayuda en la prevención de tumores cancerígenos.

También es una fuente rica en ácido fólico y reduce los niveles de homocisteina, es decir, un intermediario en el metabolismo de las proteínas, reduciendo el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

 Recomendaciones de consumo de pomelo

Sin embargo, para tener una buena salud, no es suficiente beber solo zumo de pomelo o de naranjas, lo mejor es seguir una dieta equilibrada, tomando de 2 a 4 raciones de frutas variadas, así como de 3 a 5 raciones de verduras diariamente.

A muchos se les puede hacer difícil incluirla en la dieta ya que al principio puede ser difícil acostumbrarse a su sabor ácido y amargo, pero puede ser parte de una ensalada de frutas o combinarse con otras dulces para cambiar un poco su sabor.