Cuando la novia debe elegir un pastel debe tener en cuenta algunos detalles importantes: el tema y el estilo de la boda, los colores dominantes, gustos y preferencias. La elección del pastel es sin duda uno de los ítems más "dulces" de la planificación de la boda y debe ser manejado a conciencia. Pero, ¿cuándo se inició esta tradición?
Historia del pastel de bodas
Las bodas siempre han sido celebradas en todas las civilizaciones, con símbolos representativos de la riqueza y la fertilidad, y es a partir de estos antiguos símbolos que tienen su origen los pasteles de boda como los conocemos hoy en día.
En la antigua Grecia...
Ya los antiguos griegos, quienes, a pesar de su sobria dieta debido al clima y a los pocos productos disponibles, realizaban para tales ocasiones diferentes pasteles, amasados con miel y harina, llamados genéricamente plakuntes o pemmata.
Durante el banquete de bodas se ofrecían dulces de sésamo y miel. Una porción se daba a la novia junto con una manzana y un membrillo, como símbolos de la fertilidad.
...Y también en Roma
Después de siglos de recetas muy sencillas, la cocina romana comenzó a volverse mucho más refinada en la época de Augusto, con sabores evidentemente muy diferentes a los que conocemos hoy en día, pero que significaron un valioso avance gastronómico.
También los postres romanos se basaban fundamentalmente en la miel ya que el azúcar, de hecho, sólo llegó a Europa en el siglo XI, traída por los árabes desde la India, pero su uso se generalizó, sin embargo, sólo después de la colonización de América.
Durante las bodas, los romanos acostumbraban regalar una torta hecha de cebada, que el novio rompía con sus manos espolvoreando las migas sobre la cabeza de su esposa, un ritual que auguraba una vasta descendencia.
En el Medioevo
Es durante la Edad Media, que nace el pastel alto, creado mediante el ensamblaje de pequeños pasteles o bizcochos traídos por los invitados al banquete. Cuanto mayor era la montaña creado por estos pasteles, mayor el número de personas cercanas a la pareja. Hay evidencia de banquetes en Inglaterra, donde se levantaban verdaderos muros, que se unían con mantequilla de cerdo para mantenerlos juntos y, si la novia y el novio conseguían besarse sobre este gran obstáculo sin que se desmoronara, era un signo de buena suerte.
Parece ser que en el siglo XVII, un chef francés de visitó Inglaterra, "importó" el concepto de la pila de pasteles, teniendo, sin embargo, la brillante idea de unirlos con caramelo creando así la primera "croquenbouche". Incluso hoy en día, en Francia, el piso superior del pastel de boda se compone de un pequeño croquenbouche.
En el Renacimiento
A partir del siglo XVII en los países anglosajones se comenzó a difundir el "pastel de novia", un pastel simple, no necesariamente dulce, que ocultaba un anillo de cristal; la mujer que lo encontrara en su porción sería la próxima en casarse; las migajas se distribuían entre los invitados solteros, ya que la tradición indicaba que, al ponerlas debajo de la almohada aparecería en un sueño, el futuro consorte.
El pastel blanco
Los pasteles de boda con cubierta blanca que se popularizaron en el siglo XIX y se relacionan precisamente no solo con el concepto de la novia candorosa y virginal, sino también con el bienestar económico de su familia de origen: el azúcar refinado era todavía muy costosa, por lo que cuanto más blanco el pastel, más rica era la dote de la novia.
El nombre de "glasé real" deriva precisamente del blanco pastel de bodas de la reina Victoria, quien contrajo matrimonio vestida de blanco, lanzando así la tradición del clasico vestido de novia de este color. Durante el banquete se ofrecieron muchos postres, pero la torta principal medía casi tres metros de diámetro y pesaba 140 libras.
Los pasteles de varios pisos
Fue en 1882, a partir del pastel ofrecido durante la boda del hijo del príncipe Leopoldo, que se originó el pastel de varios pisos como lo conocemos hoy en día: el primero totalmente comestible, donde se ubicaban los pilares de soporte y las otras capas, hechas de papel grueso, montado con azúcar fundido y cubiertos con glasé.
Pronto se extendió la moda del pastel en tres capas, en los que la parte superior fue llamada "pastel de bautizo" que se almacenaba para ser distribuída durante la celebración del bautismo del primogénito.
El corte de la primera rebanada de pastel era la primera de las funciones desempeñadas conjuntamente por los esposos recién casados. Servírsela uno al otro, un símbolo del compromiso recién sellado.
Algunas recetas de pasteles de boda:
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