¿El bicarbonato de sodio realmente ayuda a la digestión?

Quien, al menos una vez en la vida, no ha tomado un vaso de agua y bicarbonato de sodio para contrarrestar la molesta acidez estomacal y "esperar" una digestión normal: muchos, porque el bicarbonato de sodio es un método milenario, de esos propuestas por las abuelas, para entendernos. En un momento de fake news, muchos se han preguntado si el bicarbonato de sodio realmente tiene un efecto positivo en la digestión, si realmente puede estimularla y activarla después de un atracón o una comida más que generosa; en definitiva, muchos se preguntan si el bicarbonato realmente funciona o si es un falso mito.


Bicarbonato: qué es y cómo actúa

El bicarbonato de sodio es una sal inorgánica, más concretamente la sal sódica del ácido carbónico. Disuelto en agua, el bicarbonato de sodio produce una solución alcalina débilmente básica, capaz de "nivelar" los ácidos de los jugos gástricos naturalmente presentes en el estómago (necesarios para la descomposición de los alimentos), actuando así como un "antiácido".

Se trata de un producto muy económico que todos tienen en casa, también muy utilizado para la limpieza del hogar: sin embargo, el bicarbonato de sodio es conocido sobre todo por los efectos beneficiosos que puede tener, en las proporciones adecuadas y en algunos casos concretos, sobre la digestión.


¿Como funciona?

Después de una comida particularmente abundante, a menudo se siente pesadez, también acidez o ardor estomacal: en estos casos, el bicarbonato disuelto en agua es capaz de interactuar con el ácido clorhídrico presente en el estómago, neutralizando (en parte) la acidez de los jugos gástricos a través de la producción de dióxido de carbono.


¿Qué significa?

Los jugos gástricos están "estresados" porque hemos exagerado en la mesa e interviene el bicarbonato para "calmarlos", produciendo también un efecto gaseoso que, una vez expulsado mediante un descortés eructo, da una sensación inmediata de alivio estomacal. Se trata pues de una reacción química: un equilibrio entre acidez y soluciones básicas capaz de estimular y reactivar el proceso digestivo.


¿Siempre funciona?

Puede que también sea el remedio de la abuela pero ciertamente no es un milagro ni la solución a todas las dolencias (estomacales): el bicarbonato es útil en caso de pesadez y acidez debidas a una comida muy abundante o alimentos especialmente procesados, es un aliado válido que sin embargo, tiene la función de "suavizar" y proporcionar un alivio temporal, ya que no puede actuar sobre las causas que han llevado a una condición de hiperacidez. Por las mismas razones, el bicarbonato no puede ser considerado en modo alguno como un medicamento en caso de gastritis, acidez crónica y otras patologías relacionadas con el sistema digestivo.

Comentarios sobre este artículo (0)

No hay comentarios