Dormir bien y perder peso

Aunque suene extraño, se ha comprobado que el descanso y el bien, pueden ayudar a mantener el peso ideal, ya que se puede quemar grasas y mientras se está durmiendo.

Al dormir el tiempo necesario, ascienden los niveles de una hormona llamada ghrelin, que se encarga de reducir el ritmo metabólico y quemar grasas. En cambio cuando no se descansa, se hace presente un desequilibrio de las hormonas, afectando el y produciéndose un aumento del apetito y el sentirse insatisfecho a pesar de haber comido.

Con el descanso correcto el organismo es estimulado para quemar grasas, ya que mientras se duerme el cuerpo transforma los carbohidratos en energía. Todo lo contrario ocurre cuando hay falta de sueño debido ya que el metabolismo se afecta y genera una acumulación de grasa en el cuerpo.

Lo más recomendable para conseguir los beneficios de un peso ideal es hacer ejercicio físico a diario o al menos tres veces a la semana. Todos sabemos que al estar en actividad se minimizan los niveles de hormonas de estrés y el cuerpo puede entrar más rápido y fácil a sentirse relajado. La relajación invita a un mejor descanso y a un mayor metabolismo para poder quemar grasas.

Los especialistas recomiendan que un buen descanso deba constar entre 7 y 9 horas de sueño, y además de seguir una rutina de ejercicios, se puede utilizar la aromaterapia. El aceite de lavanda resulta esencial para poder relajarse y conseguir un buen dormir. Este puede usarse en un baño de inmersión, en masajes y hasta aplicar algunas gotas en las almohadas. Al igual que otros productos, el aceite de lavanda ayuda a acelerar el metabolismo y a ofrecer una mejor calidad del dormir y del sueño.

Otra opción que puede considerarse es dormir un poco más temprano, y resulta bueno tener un horario para dormir y despertar.

Siempre se ha dicho que debe dormirse en completa oscuridad. Por eso las habitaciones deben estar con las luces apagadas luego de acostarse. La luz artificial afecta el biorritmo y la capacidad de dormir profundamente.

Las pantallas de los computadores y de los televisores también poseen luz artificial y estas emiten ondas que afectan los patrones del sueño. Lo más óptimo es apagar la computadora y el televisor, media hora antes de dormir.

Beber infusiones relajantes como té de manzanilla o de valeriana también resultan efectivas, pero no es del todo bueno que sean tomadas todas las noches.

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