Crece la tendencia raw food

En el principio era el hombre de las cavernas, que comía principalmente bayas, frutas, verduras y brotes. Hoy, en la era de las ollas a presión y hornos multifunción, nace y se difunde el crudismo (en inglés raw food), una manera de comer basada en el consumo de alimentos crudos que hunde sus raíces en la prehistoria. Sí, porque el ser humano, según los seguidores de esta filosofía, nació crudista. Y está, como todos los animales, fisiológicamente programado para comer crudo.

Qué es el crudismo o raw food

La cocción, explican los seguidores de esta tendencia, destruye la estructura molecular de los alimentos, privándolos de vitaminas, minerales, enzimas y nutrientes útiles. La mayoría de los alimentos se hacen menos digeribles y, en consecuencia, aumenta la producción de residuos a ser eliminados, que causan la intoxicación del organismo. El alimento crudo, por el contrario, ayuda a purificar el cuerpo de toxinas y reduce el riesgo de contraer las llamadas "enfermedades del bienestar". Esto explicaría por qué los animales en la naturaleza, no tienen muchos problemas de salud. Sólo los animales domésticos tienen nuestras mismas enfermedades.

Tipos de crudismo

Dentro de esta filosofía alimentaria, existen diferentes corrientes. Desde los crudistas omnívoros, que incluso comen alimentos animales crudos, a manzaneros, que comen sólo manzanas. Sin embargo, el crudista "puro" sigue una dieta vegana basada en alimentos de carácter exclusivamente vegetal, compuesto en un 70-80% de fruta y alrededor del 20% de verduras y un 2 o 3 % de semillas y frutos secos.

Además, existen los llamados súper alimentos, alimentos especiales y supernutritivos ricos en sustancias valiosas para el organismo como cacao crudo, polen, bayas de goji, aloe vera, plancton marino, brotes de cereales y leguminosas y espirulina, un alga especial que se consume en la mañana, mezclada con agua o jugo y tiene el mismo efecto que el café.

Bastan estos ingredientes, una licuadora de alta potencia (para mezclar las verduras y los frutos secos), un procesador de alimentos (con la que, por ejemplo, hacer la harina casera de almendras o avena para usar en lugar de la tradicional), y un deshidratador (el horno típico del crudista que se puede utilizar a un máximo de 42° C, la temperatura máxima en la que hay vida en la naturaleza) para preparar una interminable variedad de platos deliciosos. Para nada frío o aburrido.

Veamos algunos ejemplos de recetas raw food o de crudismo:

Un aperitivo rápido? Tartare de pepino y aguacate. Una pasta? Tallarines de zanahorias en crema de rúcula. Un pan crudista? Pan hecho con harina integral de almendras y semillas de lino (o chía) sin levado, cocción ni gluten. Un dulce? Torta de chocolate con corazón fundente, sin leche, azúcar, huevos ni mantequilla.

El secreto de esta cocina de alquimia y manipulaciones es dominar las diferentes técnicas de procesamiento de las materias primas. No hay fuego pero existen las marinadas, que se utiliza para hacer suavizar las verduras crudas; el prensado, que se prepara cubriendo de sal los alimentos y prensándolos con un peso; también la germinación y la fermentación.

Una valiosa ayuda viene del sol, que por ejemplo, seca los tomates en el verano, y un par de trucos, como el "musgo irlandés", un alga en gel que suaviza panes y dulces.

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