Para empezar hay que tener una dieta balanceada y consumir productos que ayuden a combatir la presión alta. Los mejores alimentos para ellos son los pescados y su alto contenido de Omega 3, las verduras con mucho potasio y magnesio, los espárragos, el aguacate, las bananas y el chocolate amargo.
El ejercicio es otra actividad que no debe faltar a quienes padecen de este mal ya que cualquier movimiento físico que se realice disminuye el ritmo cardiaco y la presión sanguínea. Son muchos los estudios que han realizado los especialistas y que señalan que seguir una dieta saludable combinada con actividad física, disminuya la presión arterial hasta en un 15%.
Las arduas jornadas laborales que se tienen en la actualidad, generan mucha tensión en las personas, lo que se traduce en una serie de síntomas y enfermedades como la hipertensión arterial, ansiedad y estrés.
Cuando se sufre de estrés, el organismo se sienta amenazado y comienza a segregar más neurotransmisores simpáticos para afrontar la situación. Todo esto hace que la presión se eleve y se acelere el ritmo cardiaco. Además de realizar actividades al aire libre y comer sano, deben realizarse algunas técnicas de respiración para sentirse bien.
Los animales ayudan mucho y está comprobado que quienes tienen mascotas en casa viven más felices y saludables.
La Universidad de Nueva York realizó una investigación donde ha quedado confirmado que tener mascotas reduce la presión arterial, por lo que recomiendan a quienes la padecen, tener un perro o gato en el hogar.
Finalmente, nadie puede vivir sano y feliz sin descansar. El descanso y el dormir adecuadamente son fundamentales para mantenerse saludables. Dormir bien reduce la presión sanguínea, pero para alcanzar tener un sueño reparador es necesario realizar una rutina de ejercicios y comer poco por las noches. Sacar a la mascota a dar un paseo, es una actividad perfecta para realizarse antes de dormir.
Las cenas deben ser ligeras, pueden consistir en frutas, se puede beber leche, yogur o tomar un plato de sopa, pero deben evitarse las frituras, grasas o productos que tengan altos niveles de azúcar.
Solo hay que conseguir la integración de todos estos hábitos de vida para tener la presión sanguínea controlada.
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