¡Suena difícil pero no lo es! Se pueden controlar las calorías y, en consecuencia, el peso, siguiendo reglas simples. Aquí puedes encontrarlas divididas según los grupos de alimentos con los que construimos nuestras comidas diarias.
Pasta y pan
Cuando puedas, elige pastas y panes integrales, que son más bajos en calorías y más saciantes. A la hora de comer, elige si comer pasta o pan (o patatas) en una ración de 60-80g para el almuerzo y 30-60 g para la cena (pésalas en casa y memoriza los diferentes volúmenes). Para el desayuno o como merienda, calcula unos 20-30 g de pan o cereales.
Carne o pescado
Fuera de casa, pídelos solo si están cocinados simplemente, a la parrilla o hervidos. Pídele al personal que no los sazone. En cambio, evita los asados y guisos, con mucha grasa oculta y muchas calorías.
Vegetales
Ya sean sazonadas crudas, a la parrilla o salteadas, las ensaladas o las guarniciones de verduras son ricas en aceite. Lo mismo ocurre con el puré de patatas u otras verduras: prefiere siempre las verduras naturales y condiméntalas tú mismo.
Condimentos
Siempre verifica el aceite que consumes: nunca excedas de 2-3 cucharaditas por cada comida principal. Si cocinas para la familia, calcula una cucharadita por persona. Cuando salgas a comer, pide platos sin condimentar y hazlo tú.
Postres
Por la mañana o como refrigerio, reemplaza las galletas y pasteles con pan integral untado con compota de frutas. Al igual que con el azúcar o la miel, no excedas las 2 cucharaditas por día. Reemplaza el chocolate con leche por chocolate amargo al 70%.
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