Un ingrediente quizás no muy utilizado en la cocina occidental, salvo en determinadas zonas, es el mijo. Sin embargo, esta hierba encontraría un amplio espacio en la cocina, tanto como ingrediente para primeros platos como para segundos platos diferentes a los habituales. ¿Pero cómo se cocina el mijo?
¿Qué es el Panicum miliaceum?
El mijo o Panicum miliaceum es una planta herbácea anual que forma parte de la familia Graminaceae. Habitualmente clasificado entre los cereales menores, es un cereal sin gluten. Esto significa que las personas celíacas o intolerantes al gluten pueden consumirlo de forma segura. De hecho, suele encontrarse como ingrediente en productos para celíacos.
A nivel nutricional contiene un buen contenido en proteínas, comparable al trigo desde este punto de vista, sales minerales y también fibra. Además, también es rico en vitamina A, vitaminas del grupo B (niacina, B6 y ácido fólico), sin olvidar las cantidades de calcio, hierro, potasio, magnesio y zinc.
¿Cómo se cocina el mijo? Ideas y sugerencias
El mijo, un cereal muy antiguo originario de África y Asia, se encuentra a menudo como ingrediente en la nutrición macrobiótica. Sin embargo, nada nos impide incluirlo en nuestra dieta, dado que se trata de un alimento sumamente saludable, rico en proteínas de alto valor biológico (y por tanto que contiene muchos aminoácidos esenciales).
¿Pero cómo se cocina el mijo?
El mijo descascarado suele encontrarse a la venta en supermercados y tiendas. Antes de cocinarlo siempre es mejor enjuagarlo bien con agua corriente. Esto sirve para eliminar de su superficie las saponinas, moléculas que no son digeribles y que le dan a esta hierba (o incluso a la quinua) un sabor amargo.
Por lo general se cocina hervido en agua o caldo y luego se escurre. La alternativa es cocinarlo por absorción, un método un poco más largo pero más sabroso. En este caso se lo pone en una cacerola con agua o caldo ligeramente salado, en proporción 1:2. Se lleva a ebullición, luego se baja el fuego y se tapar para que todo se cocine a fuego lento durante unos veinte minutos (o al menos hasta que haya absorbido el líquido).
En este punto apagar el fuego y dejarlo reposar. Luego se lo separa un poco con un tenedor y se lo utiliza en la preparación prevista (o simplemente se lo sazona).
Si hay que darle un sabor un poco más sabroso, es mejor tostarlo en seco en una sartén antes de añadir el líquido de cocción.
En cuanto al tiempo de cocción del mijo, variará según el método elegido y el tipo utilizado. Eso sí, hay que tener en cuenta que, sin utilizar la olla a presión, pasarán al menos 40-50 minutos entre una cosa y otra.
¿Cómo se cocina el mijo marrón?
El mijo marrón no es más que mijo entero, por lo que todavía está cubierto por la cubierta de la semilla. Rico en silicio, obviamente requiere más tiempo de cocción que el descascarado. Por otro lado, sin embargo, tiende a quedar un poco más crujiente y agradable al paladar.
Para cocinar el integral es necesario remojarlo en agua durante varias horas (así que hay que tener en cuenta que aquí el tiempo de preparación es considerablemente mayor) y luego cocinarlo en agua o caldo durante 50 minutos (proporción 1:3 con agua de cocción). Si se utilizái una olla a presión el tiempo se reduce a media hora.
Recetas con mijo
De hecho, se puede utilizar el mijo en varias recetas. Muchos piensan que es bueno para recetas de invierno, quizás como ingrediente accesorio en sopas y risottos. Pero en realidad y también se puede utilizar en el desayuno. Por no hablar de los segundos platos.
Cocinar el Panicum miliaceum para el desayuno
En teoría si. A muchas personas les encanta moler el mijo moreno y lo utilizan para el desayuno en lugar de salvado, quizás combinado con muesli, cereales o yogur.
Primeros platos con mijo
El mijo es perfecto para preparar primeros platos. Por ejemplo, se puede utilizar como alternativa al arroz en sopas. Pero no sólo eso: se puede sustituir el mijo por arroz en la preparación de risottos. En este caso hay que tostarlo en una sartén con un poco de aceite, añadiendo después un poco de caldo de verduras para terminar de cocinarse.
Además, también se puede utilizar en lugar del cuscús. También se puede preparar una sopa simplemente añadiéndolo al caldo y a las verduras.
Segundos platos a base de mijo
También existen numerosas recetas de segundos platos a base de mijo. Muchas de estas recetas, además de ser libres de gluten, también son veganas.
Empezando con una receta básica, albóndigas de mijo, aromatizadas con calabacín, tomates secos, aceitunas negras y cúrcuma. Luego se pueden cocinar estas albóndigas de mijo fritas o al horno, para un segundo plato más ligero.
También existe una versión más sencilla: albóndigas de mijo y calabacín. Este segundo plato es perfecto para invitados vegetarianos y veganos.
Nada impide preparar hamburguesas de mijo. La receta se puede aromatizar con espinacas, pero también se puede utilizar cualquier otra verdura. También en este caso se pueden cocinaren una sartén con aceite o en el horno, para una variante más ligera de la receta.
¿Panicum miliaceum en postres?
La harina de mijo es muy utilizada en la elaboración de productos sin gluten como galletas saladas, bizcochos secos y postres.
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