Una condición muy extendida pero a menudo subestimada en las personas mayores es la pérdida progresiva del sabor de los distintos alimentos que se consumen diariamente. En medicina esta condición se llama ageusia, es decir, la incapacidad de distinguir entre los distintos sabores que pueden ser de diferente frecuencia o entidad. Esta condición, sin embargo, también puede provocar desnutrición o lo opuesto, es decir, obesidad.
Las causas
Se trata de un problema que no sólo afecta a las personas mayores sino que puede afectar a todas las edades, especialmente en combinación con infecciones virales de las vías respiratorias superiores como la gripe y, como hemos visto en los últimos años, también debido al Covid-19, que provoca también la ausencia de olores. Además de éstas, las responsables de la falta de gusto son patologías de la cavidad bucal como la gingivitis, las caries y muchas otras enfermedades, así como diversos fármacos.
Las consecuencias
Como se mencionó, las alteraciones del paladar (entendido como el gusto al comer) además de provocar desnutrición pueden provocar problemas de deglución, reducción del apetito, depresión, alteración de las glándulas salivales con reducción de la salivación, alteraciones de los nervios y vasos sanguíneos. Los factores son socioeconómicos y la monotonía en la elección de alimentos. A cierta edad es normal tomar medicamentos regularmente para mantener a raya determinadas patologías, pero estos mismos pueden provocar alteraciones en el gusto. A esto se suman los procesos normales de envejecimiento, que implican una reducción de las células gustativas, y las alteraciones del olfato, que son incluso más frecuentes que las del gusto.
Qué hacer
Sin embargo, el problema se puede contrarrestar, en primer lugar, añadiendo pequeñas cantidades de especias a los alimentos para estimular aún más las papilas gustativas y "sentir" lo que se come. Posteriormente es importante ponerse en contacto con su médico, quien le dará sugerencias y, posiblemente, cambiará el tratamiento farmacológico actual añadiendo vitamina B12 o zinc, por ejemplo, pero también le aconsejará una mejor higiene bucal. Las especias más utilizadas son las hierbas aromáticas y es importante saber alternarlas con el tipo de comida que se consume para potenciar el sabor. Es importante mantener una correcta hidratación para permitir que las moléculas de los alimentos se disuelvan y lleguen a las papilas gustativas. Finalmente, masticar lentamente facilita la liberación de sabores y una mayor producción de saliva, ayudando a mejorar la percepción de sabor.
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