Cómo conservar el aceite de oliva

El aceite de oliva es uno de los ingredientes principales de la dieta mediterránea y uno de los alimentos que no deben faltar en la cocina. Es muy sano, natural y otorga otro sabor a las comidas, por lo que necesita de un cuidado especial para que pueda durar más tiempo.

Propiedades del aceite de oliva para la salud

El aceite de oliva tiene una serie de propiedades muy beneficiosas para mantenerse saludables, mantiene sana la piel, el cabello, no contiene colesterol protegiendo el sistema cardiovascular. Además, se le relaciona mucho con la prevención de la vejez debido a sus componentes antioxidantes.

Este aceite es el más rico en ácido oleico, ideal para reducir el colesterol malo, aumentando el colesterol bueno, lo que lo convierte en un protector natural de la salud cardiovascular.

Diversos estudios han comprobado que consumir este aceite previene la muerte celular ya que posee antioxidantes que actúan previniendo el envejecimiento y mejorando las expectativas de vida.

Es bueno para combatir la hipertensión, favorece el tratamiento de enfermedades del corazón y de algunos tipos de cáncer.

También, favorece la absorción del calcio y la mineralización, estimulando el crecimiento; protege la piel y el cabello actuando como tónico, siendo muy utilizado en productos de belleza.

Cómo conservar el aceite de oliva

Si bien el vino y el aceite de oliva son considerados productos vivos, el aceite no mejora con el paso de los años, por lo que resulta conveniente consumirlo a lo mucho, hasta después de un año de su fecha de envase y no guardarlo por más tiempo.

También es importante el lugar en donde se adquiere, ya que lo mejor es comprarlo en un centro de buena reputación. Los más adecuados para comprar, son aquellos que han sido envasados en botellas de cristal y que tengan cierres herméticos para poder guardarlas en la alacena.

Se sabe que los recipientes de vidrio son los mejores para conservar este aceite, pero no resulta bueno colocar el aceite de oliva en un recipiente que tenga restos de otros aceites, ya que puede ponerse rancio.

Tampoco resulta buena idea cambiar de recipiente el aceite, aunque cuando se coloca en una aceitera es algo inevitable.

Por otro lado, este aceite debe estar lejos de la luz, de la humedad, del calor y del aire. Siempre debe estar cerrado y estar a una temperatura ambiental de 20 grados centígrados. Cuando la luz va directo al frasco del aceite de oliva, lo afecta de forma considerable, otra razón por la cual, casi siempre se encuentran en frascos oscuros de vidrio.