La técnica para cocinar la carne aún congelada
El secreto está en la forma de porcionar la carne y colocarla en el congelador: hay que tener la precaución de no congelar los filetes a granel, pegados unos a otros, o una inmensa cantidad de carne molida toda junta, de la que sería imposible usar solo una parte, podemos cocinar fácilmente las porciones que necesitamos para una comida poniendo en la olla la comida que acabamos de sacar del congelador. Todas las carnes, en efecto, al descongelarse dispersan lentamente parte de los jugos contenidos en las fibras y tienden a secarse, perdiendo sabor, suavidad y propiedades nutritivas.
El secreto para conseguir un bistec tierno y jugoso aunque no lo hayamos descongelado
Para obtener un bistec tierno y jugoso, por lo tanto, basta con ponerlo aún congelado en una sartén a fuego fuerte, porque contrariamente a lo que se piensa, se cocinará perfectamente incluso por dentro y no solo en la superficie, siempre y cuando esté expuesto a la temperatura adecuada, dependiendo del resultado que queramos conseguir. Si lo preferimos poco cocido, por ejemplo, debemos asegurarnos de cocinarlo al menos a 250º, así mientras por fuera se dorará a la perfección, por dentro quedará rosado y cuando lo sirvamos se derretirá en la boca, como nos gusta.
¿Por qué podemos cocinar sin riesgos la carne no descongelada?
Es precisamente el hecho de que la carne se congela para conservar sus características organolépticas durante la cocción, más o menos como ocurre en otros procedimientos culinarios donde se utiliza una funda protectora en la que cocer los ingredientes, como la costra de sal o el papel de aluminio. Por eso, no hay de qué preocuparse: aún podemos preparar un bistec excelente, aunque no lo hayamos sacado del congelador a tiempo.
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