Especia de orígenes muy antiguos, apreciada por sus propiedades analgésicas, anestésicas y antibacterianas, los clavos no son más que pequeñas inflorescencias, capullos recogidos aún cerrados y luego dejados secar. Flores de Eugenia caryophyllata, un árbol de hoja perenne perteneciente a la familia de las mirtáceas, originario de Indonesia, en particular del archipiélago de las Molucas, los clavos llegaron a Europa recién en el siglo XVII, en los barcos de colonos portugueses y holandeses.
El nombre de estas pequeñas flores evoca su forma - de hecho, parecen clavos -, el sabor es dulce, intenso y picante al mismo tiempo, y su perfume claramente aromático. En la medicina tradicional china, el clavo se utiliza en particular para el cuidado de la cavidad bucal, en caso de dolor de muelas o de cabeza. Encuentran un amplio espacio en la cocina occidental: los utilizamos para aromatizar tés, infusiones y tisanas, para embellecer platos a base de carne, caza y verduras o como as bajo la manga de conservas en aceite y en vinagre. Conozcamos mejor estas flores, pequeñas en tamaño y tan grande en sabor, sus propiedades y beneficios.
Propiedades y beneficios del clavo
El clavo es rico en vitaminas y sales minerales, especialmente en yodo, calcio, fósforo y sodio. Una buena fuente de fibra, los clavos son bajos en grasa y azúcar y completamente libres de colesterol. Por último, el aporte calórico es prácticamente irrelevante si tenemos en cuenta que el clavo se utiliza con moderación y en pequeñas cantidades.
Los numerosos componentes nutricionales hacen de esta especia un verdadero concentrado de beneficios para nuestro organismo. Potente antibacteriano, el clavo es conocido por sus propiedades anestésicas, analgésicas y digestivas. Excelente para mantener bajo control los niveles de colesterol en sangre y para mejorar la digestión y la actividad hepática, el clavo tiene un alto efecto analgésico, alivia el dolor articular y es capaz de calmar formas de migraña y dolor de muelas.
El clavo es un antioxidante natural, combate la acción de los radicales libres y el envejecimiento celular. Una curiosidad: en China, durante la dinastía Han, cualquiera que se presentara ante el emperador tenía la obligación de masticar y mantener un clavo entre los dientes para tener un aliento fresco y fragante.
Cómo utilizar los clavos en la cocina
Gracias al sabor acre y al intenso aroma, el clavo encuentra un amplio espacio, dentro y fuera de la cocina, así como en diversas culturas gastronómicas. Ampliamente utilizado para preparar infusiones, tés y tisanas, los pequeños clavos secos también se pueden utilizar en recetas y platos más complejos. En las regiones y meses más fríos del año nos permiten saborear ponches calientes y vino caliente, en la tradición india se utilizan en la preparación de curry a base de carne o pescado y en Francia son los protagonistas de postres típicos como el pain d´epices.
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