1. El nacimiento de las cápsulas
La marca que inventó y que lanzó por primera vez el sistema de café en cápsulas fue Nespresso (grupo Nestlé) en 1986: hoy el aluminio de sus cápsulas (todas producidas en Suiza) tiene cautivadores colores que distinguen el tipo de aromas y perfumes del café que contenen. Comprobado el éxito de este producto, muchas importantes e históricas compañías de café en todo el mundo se han adaptado al mercado produciendo su versión de las cápsulas.
2. La cantidad de café
¿Sabes cuánto café contiene una cápsula? Aproximadamente entre 5 y 7 gramos (las cantidades varían de una compañía a otra), suficiente para obtener una tacita de café espresso.
3. El material
Las cápsulas de café están hechas principalmente de aluminio o plástico que protegen mejor el café del oxígeno, la luz y la humedad, aunque son más problemáticas al momento de descartarlas.
4. Eliminación y reciclaje
Algunas marcas de café promueven los puntos de recolección de las cápsulas utilizadas por los consumidores y llevan a cabo iniciativas para reciclar el material, mientras que otras diseñan cápsulas compostables que pueden arrojarse en los puntos de recolección de residuos diferenciados de los orgánicos.
5. Cápsulas y salud
Se ha hablado mucho de las cápsulas de café y sus supuestos efectos sobre la salud: según algunas investigaciones, las cápsulas de café podrían transportar ftalatos, agentes químicos que se encuentran en plásticos, aluminio y también en materiales biodegradables y que se liberarían en contacto con el agua a alta temperatura. Estas sustancias, según un estudio, podrían afectar negativamente la fertilidad. Según esta investigación, incluso si las dosis de ftalatos potencialmente liberados por las cápsulas no exceden los valores legales, el problema estaría en el efecto acumulativo, día tras día.
El debate ha estado abierto durante un tiempo y en este punto cada empresa tiene su respuesta oportuna, así como sus propias herramientas de control. Desde cápsulas totalmente naturales hasta varios tipos de precauciones. Por ejemplo, Nespresso explica que entre el aluminio de sus cápsulas y el café hay una membrana alimentaria que no permite que los dos elementos entren en contacto, como lo demuestran los estudios realizados por el grupo.
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