Casi la mitad (40%) de los tumores se pueden evitar si comemos alimentos saludables: los expertos coinciden en afirmar el papel de lo que introducimos en el organismo. Ningún alimento, sin embargo, a priori provoca un tumor o a priori previene enfermedades. Una dieta rica en fibra, vitaminas y minerales ciertamente reduce el riesgo de contraer la enfermedad. Por lo tanto, se deben evitar cantidades excesivas de alcohol y carnes rojas, así como embutidos que tienen funciones opuestas a los alimentos "saludables".
Cómo se evita el cáncer
Aparte del diagnóstico precoz, que es fundamental en el 90% de los casos, algunos alimentos tienen sustancias que realmente pueden prevenir el cáncer. Son los llamados "alimentos escudo" y hay al menos cinco: en primer lugar el té verde, muy rico en sustancias antioxidantes que previenen el cáncer en el 60% de los casos y hasta en un 80% si se utiliza durante dos años consecutivos. Otros alimentos protectores son el tomate, las uvas, el maní y la granada.
Que pasa con el ajo
Además de estos alimentos barrera, existen otros cuyas propiedades beneficiosas son reconocidas desde hace muchos años. Uno de ellos es el ajo que actúa como un antibiótico natural: consigue fortalecer el sistema inmunológico, equilibra la flora intestinal, también regula la presión arterial y es fuente de minerales y vitaminas. La planta del ajo, llamada "allium sativum", es rica en allina, un principio activo que actúa a favor de nuestro organismo. Se puede tomar un diente de ajo crudo todos los días, pero no se debe abusar de él, de lo contrario, se corre el riesgo de daño e irritación intestinal.
Cómo combatir el cáncer
Como se mencionó al principio, no existe una "cura" efectiva para prevenir la enfermedad, pero se puede combatir, y ayudar a la curación, si se sigue una dieta baja en calorías y azúcar (hipoglucemia) para reducir la glucosa en circulación y promover el sistema inmunológico contra el cáncer. Un ensayo en 101 pacientes con cáncer de mama, colon y pulmón, intentó definir la dieta adecuada a seguir. Una restricción calórica rigurosa es bien tolerada y relacionada con resultados positivos en términos de respuesta biológica, si es implementada por pacientes con cáncer, incluso frágiles, bajo la supervisión de personal médico.
El experimento reveló cómo ese tipo de dieta reducía el número de células inmunitarias ligadas al aumento de la inflamación sistémica en respuesta al cáncer, que en ocasiones impide que los linfocitos realicen sus funciones correctamente. Por eso siempre sería útil comer verduras, alimentos integrales, tomar aceite de oliva virgen extra y comer fruta, con cuidado de no excederse por los azúcares, para que el sistema inmunológico funcione mejor.
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