Mantener el teléfono celular sobre la mesa durante las comidas engorda. No es una historia inventada por los partidarios de los modales 2.0, sino el resultado de varias investigaciones científicas.
Por supuesto, la buena educación indicaría que cuando se está en la mesa en compañía, el teléfono celular, debería ser olvidado, pero, aparte del protocolo, esta indicación también debe respetarse para las comidas solitarias, si no se desea atacar la línea.
Revisar el correo yh las redes sociales, chatear y publicar continuamente fotos de platos en Instagram, lleva a comer más y a ganar más peso. Según varios estudios, que duraron unos pocos años, el teléfono móvil en la mesa (o en la mano) al comer afecta negativamente en las comidas, a través de varias formas. Veamos.
1) Calorías extra
El uso del celular durante las comidas evita que el cerebro y el estómago distingan la saciedad del hambre, por lo que comen más comida que su apetito real y muchas más calorías. Es por eso que es mucho más recomendable saborear los bocados individuales con calma, centrándose en las sensaciones de la comida y la saciedad.
2) Más alimentos grasos
Según los resultados de un estudio realizado entre Brasil y los Países Bajos, el uso del teléfono inteligente durante las comidas aumenta la ingesta de calorías promedio hasta un 15% y, en particular, el consumo de alimentos grasos en un 10%.
3) Más estrés, más kilos
El uso continuo (y un poco obsesivo) del teléfono celular durante las comidas no permite que los ojos y el cerebro se relajen, por el contrario, el teléfono es una fuente constante de estímulos y sobreexcitación: esto provoca estrés en el cuerpo y un aumento del cortisol. Este último, que de hecho se llama "hormona del estrés", estimula el hambre y promueve los picos de azúcar en la sangre, que si no se convierten en energía, se convierten en grasa.
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