Sopa de tomates gratinada

Cómo hacer Sopa de tomates gratinada

Limpiar los puerros, pelar las cebollas y cortar ambas cosas en trozos pequeños.
Cortar la panceta ahumada en trozos chicos.

Calentar la mitad del aceite en una cacerola y dorar la panceta. Cuando comience a dorarse, agregar la cebolla y los puerros y rehogarlos hasta que queden bien transparentes; si es necesario usar el resto del aceite.

Pelar los dientes de ajo, pisarlos bien, mezclarlos con las especias y el perejil picado y agregar todo a la cacerola.
Pelar los tomates, sacarles las semillas y pisarlos. Agregar los tomates pisados a la cacerola y cocinar un poco a fuego lento para que se reduzcan algo. Espolvorear esta preparación con harina y mezclar bien.

Mezclar el vino y el caldo y agregar lentamente a la cacerola mezclando continuamente.
Cocinar a fuego lento durante unos veinticinco minutos.

Mientras tanto, dorar en la manteca las rodajas de pan francés y dejarlas enfriar.
Rallar el queso gruyere y espolvorearlo sobre las rodajas de pan.

Una vez terminada la cocción de la sopa, pasarla por un tamiz y verterla en cazuelas individuales que puedan ir al horno. Colocar en cada cazuela un "cróuton" espolvoreado con el queso y llevarlas a horno bien caliente para que gratine.