La violeta es una bella flor, muy decorativa gracias a su bello color y agradable aroma, sin embargo pocos conocen sus muchas propiedades para la buena salud.
Propiedades medicinales de la violeta y usos en la cocina
Tanto sus flores como sus hojas se emplean en la elaboración de un jarabe tradicional ideal para curar ciertas enfermedades respiratorias como la tos, congestión y el dolor de garganta.
Sus flores son comestibles y forman parte de muchas recetas, también se añaden a las gelatinas y quedan muy ricas confitadas para toda decoración. Pero hay que tener cuidado con la raíz ya que contiene un alcaloide emético llamado violín y que puede causar vómitos, pero en decocción la raíz seca actúa como laxante natural.
Se hace té de violeta, siendo ideal en el tratamiento de trastornos digestivos y al contener ácido salicílico, aspirina natural, es un remedio para curar el dolor de cabeza, dolores del cuerpo y además se usa como sedante general.
Otros de sus componentes como el ácido ferúlico, el kaempferol, la escopoletina y otros, son perfectos para tratar algunos tipos de cáncer, la artritis, enfermedades que se presentan en las encías y se ha comprobado que puede servir para tratar el SIDA.
Las hojas al machacarse pueden reducir hinchazones y calmar irritaciones, ya que actúan como antiinflamatorio natural. Se preparan además baños relajantes muy solicitados en muchos Spas en todo el mundo, siendo un emoliente muy bueno para la piel y con el aroma que es muy relajante psicofísico.
Muchos lo recomiendan como ingrediente estrella en la preparación de un jarabe para la tos que es muy conocido desde la antigüedad. Solo se necesita 1 litro de agua hirviendo sobre una taza de flores de violetas frescas pero machacadas y unas pocas hojas. Se deja reposar por 12 horas para luego colar y pasar por un paño. Luego se añaden 2 cucharadas de azúcar y se pone a hervir 1 hora para que espese. Se puede conservar en frasco de vidrio para tomar solo 1 cucharada hasta tres veces al día.
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