Trucha

La trucha es un pescado no sólo muy consumido en nuestro país, sino que además forma parte de un gran número de platos tradicionales de la gastronomía de diferentes comunidades. Así, podemos citar algunas como la trucha a la navarra, la trucha a la sidra asturiana, la trucha a la catalana o la trucha a la aragonesa.

 

Hay truchas de mar y truchas de agua dulce, diferenciándose varias especies. Ya que su apariencia, color y dimensiones varían según pertenezcan a una u otra especie, citaremos las más importantes en lo que respecta a nuestro país:

 

-         Trucha de río: Abunda en las aguas limpias y frías de los ríos de alta montaña. Su color es variable y tienen manchas negras, anaranjadas o rojas. La mayoría suelen medie entre los 30 y los 40 cm., aunque se encuentran con no demasiada dificultad ejemplares de mayor tamaño, que pueden medir hasta 80 cm. y pesar hasta 15 kg.

 

-         Trucha marina: Recibe también el nombre de “reo”, y es muy abundante en la zona española del Cantábrico, así como en los ríos en los que hace el desove. Se parece mucho al salmón, y alcanza fácilmente el metro y medio de longitud, pesando unos 20 kg.

 

-         Trucha arco iris: Aunque tiene su origen en América del Norte, encontramos muchas en nuestros mercados a causa de las repoblaciones y porque es la especie que más abunda en nuestras piscifactorías. Es de color verde azulado con la zona del vientre blanca, con unas pequeñas manchas negras. La mayoría alcanzan como mucho los 40 cm. de largo.

 

La mayor parte de truchas que encontramos en los mercados españoles proceden de piscifactorías, aunque también hay una parte procedente de la pesca deportiva en los ríos de nuestra geografía.

 

En cuanto a la alimentación, se trata de un pescado que se alimenta prácticamente de todo aquello que encuentra, como crustáceos, larvas, peces adecuados a su tamaño, etc. Los ejemplares de las piscifactorías son alimentados con una especie de conglomerado hecho con harina de pescado, el cual es el que provoca la pigmentación de su carne, que tiene un tono rosado, por el cual podemos saber si la trucha procede de criaderos.

 

Se trata de un pescado semigraso, con un contenido en grasa de tan sólo unos 3 grs. por cada 100 grs. de carne, y, aunque nos aporta pocas proteínas, éstas son de gran valor biológico. Es un alimento muy adecuado para las dietas bajas en calorías.

 

Está considerada como un producto muy nutritivo, y contiene algunas vitaminas de las englobadas dentro del grupo B, aunque no en cantidades muy destacables respecto a otros tipos de pescado. En cambio, sí nos aportan una cantidad considerable de vitamina A, muy importante para la reparación y mantenimiento tanto de la piel como de otros tejidos de nuestro organismo, además de aumentar nuestra resistencia ante las infecciones.

 

En cuanto a los minerales, nos proporciona un alto contenido en potasio, muy beneficioso para el buen funcionamiento del sistema nervioso y la actividad muscular,  y en fósforo, un elemento indispensable para los huesos y dientes.

 

Contiene también sodio, magnesio, hierro y zinc, pero en cantidades poco importantes si se compara con otros pescados.

 

Calorías                                89,8

Proteínas (g)                         15,7

Grasas (g)                              3,0

*G. saturadas (g)                    0,4

*G. monoinsaturadas (g)          0,7

*G. poliinsaturadas (g)             1,0

Hierro (mg)                             1,0

Magnesio (mg)                      28,0

Potasio (mg)                        250

Fósforo (mg)                        250

Cinc (mg)                                0,8

B1 o tiamina (mg)                    0,1

B2 o riboflavina (mg)                0,1

B3 o niacina (mcg)                    5,1

Vitamina A (mcg)                     14,0