Podemos decir, sin ningún tipo de duda, que la sardina es uno de los pescados más populares en nuestro país. Es un pescado azul, sumamente apreciado, tanto por su exquisito sabor como por las beneficiosas propiedades que nos aporta, así como por su económico precio. Además de frescas las encontramos en conserva o en escabeche, con lo que podemos consumirla siempre que queramos.
Abunda en el Océano Atlántico, en toda la extensión que va desde Noruega hasta el Senegal. En el caso de España, se pesca una gran cantidad de ellas tanto en el Mar Mediterráneo como en el Mar Cantábrico.
Se desplazan en bancos formados por muchísimos ejemplares, tantos que de lejos podemos detectar cuando se acerca uno de ellos por la mancha que forma en el agua. Nadan lejos de la costa, y buscan las aguas templadas. La mejor época para su captura es entre los meses de mayo y octubre.
Se trata de un pez pequeño y de forma alargada, y es de color entre azul y verdoso con el vientre y lados plateados. Su medida más corriente está en torno a los 25 centímetros, y el peso se halla entre los 50 y los 200 grs. según se trate de ejemplares adultos o jóvenes. Aquí es importante saber que está prohibida la captura por debajo de los 11 centímetros, por lo que si las vemos en el mercado, aunque las pequeñas son exquisitas, no debemos comprarlas, con lo que ayudaremos a que en el fututo se disponga de la misma abundancia que ahora.
En cuanto a la alimentación de las sardinas, suelen hacerlo a base de algas y huevos, así como de pequeñas especies y crustáceos.
Al ser un pescado azul, es uno de los que mayor cantidad de grasa contienen, unos 10 grs. por cada 100 grs. de carne. Sin embargo, y gracias a su contenido en omega3, su consumo es muy conveniente para quienes padecen problemas cardio-vasculares, disminuyendo asimismo el nivel de colesterol.
Contiene una cantidad importante de vitamina B1, conocida como niacina, importante en la formación de los glóbulos rojos, por lo que también se recomienda a quienes padecen de anemia.
También encontramos en las sardinas, entre otras, vitamina D, que ayuda a que el calcio quede fijado en el hueso.
En cuanto a minerales, contiene yodo, magnesio, fósforo, potasio, hierro y zinc, todos ellos con propiedades muy beneficiosas en nuestro organismo, para el funcionamiento del sistema nervioso, del intestino, para la formación de hemoglobina o para la tiroides, entre otros.
Aquí cabe hacer un aparte para comentar los beneficios que las sardinas de lata nos aportan, ya que, dado que se comen con la espina y todo, nos aportan una gran cantidad de calcio, tan importante para nuestros huesos y dientes.
Algo a tener en cuenta es que las sardinas contienen una sustancia llamada purina, que al penetrar en nuestro organismo se transforma en ácido úrico, por lo que su consumo no es aconsejable para aquellas personas que padecen de hiperuricemia o gota.
Propiedades nutritivas por cada 100 grs. de producto
Calorías 153
Proteínas (g) 17,1
Grasas (g) 9,4
*G. saturadas (g) 2,6
*G. monoinsaturadas (g) 2,8
*G. poliinsaturadas (g) 2,9
Hierro (mg) 2,7
Magnesio (mg) 25,1
Potasio (mg) 20
Fósforo (mg) 258
Cinc (mg) 0,9
Yodo (mg) 29
B1 o tiamina (mg) 0,1
B2 o riboflavina (mg) 0,3
B3 o niacina (mg) 6,4
B9 o ácido fólico (mcg) 8,7
B12 o cianocobalamina (mcg) 28,4
Vitamina A (mcg) 62,9
Vitmamina D (mcg) 7,9
Vitmamina E o tocoferol (mcg) 1,6
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